Francia, contra el antisemitismo
La agresión a un rabino y el llamamiento de una universidad al boicoteo a Israel alarman a los judíos y al Gobierno
La agresión sufrida por un rabino en París y el llamamiento de la Universidad Científica Pierre y Marie Curie para detener la cooperación científica de la UE con Israel han acentuado el sentimiento de inquietud entre la comunidad judía en Francia, en plena escalada de la violencia en Oriente Próximo. Desde el presidente de la República, Jacques Chirac, al mufti de Marsella, son muchas las fuerzas vivas que han salido al paso de la agresión sufrida por Gabriel Farhi, un rabino partidario del diálogo entre palestinos e israelíes, que fue apuñalado en su sinagoga y su coche quemado en el garaje de su casa en París.
El lunes por la noche, 2.500 personas se concentraron ante la sede de la universidad en cuestión para denunciar la moción aprobada sobre el fin de la cooperación entre universidades europeas e israelíes. La concentración, convocada por la Unión de Estudiantes Judíos de Francia (UEJF), derivó rápidamente en un cruce de insultos con otro medio centenar de manifestantes que coreaban "¡Bush, Sharon, asesinos!", a la que los proisraelíes contestaron durante varios minutos con el grito de "¡Arafat, asesino!".
Chirac: "No hay sitio en nuestra República para el racismo ni para la intolerancia religiosa"
El enfrentamiento no pasó a mayores gracias al espeso cordón policial encargado de separar a las dos manifestaciones, si bien una treintena de jóvenes propalestinos necesitaron protección policial específica para librarse de un grupo de proisraelíes particularmente radicalizados.
En la concentración de los proisraelíes se encontraba el filósofo Bernard Henri-Lévy, quien dijo que los profesores que habían votado contra la cooperación científica con Israel "se comportan como los más extremistas de los extremistas palestinos", antes de leer un texto de Claude Lanzmann, el realizador de la película Shoah, que evoca "la connotación siniestra del término boicoteo". Otros filósofos y profesores lanzaron llamamientos al resto de las universidades de París para que no se sumen a la iniciativa de la institución que lleva el nombre prestigioso de los Curie.
Según el texto del acuerdo votado por el consejo de esta universidad, "Israel, por su política de ocupación y de opresión generalizada del pueblo palestino, viola las disposiciones mismas del acuerdo [entre la UE e Israel], en particular su artículo 2, que condiciona la colaboración entre los firmantes al respeto de los derechos humanos y de los principios democráticos". Siempre según ese texto, "Israel se dedica además a minar sistemáticamente el acceso de la juventud palestina a la educación, pese a que, a despecho de inmensas dificultades, los palestinos habían conseguido asegurar hasta ahora una de las tasas de escolarización más elevadas del planeta". La universidad parisiense llama al "conjunto del mundo universitario francés" a "socorrer a las universidades palestinas asfixiadas".
El voto de esta moción universitaria ha provocado muchas reacciones políticas. En el campo socialista, el ex ministro de Educación Jack Lang la considera "un acto de impulso al fanatismo y al oscurantismo", mientras el ex ministro de Economía Dominique Strauss-Kahn asistió a la manifestación de los que protestaban contra ese texto.
El presidente de la República, Jacques Chirac, ha insistido en que "no hay sitio en nuestra República para el antisemitismo, el racismo, la xenofobia ni las manifestaciones de intolerancia religiosa", en una carta enviada al rabino Gabriel Farhi tras el apuñalamiento de que fue víctima. Varios ministros del Gobierno de París han anunciado su presencia en un acto a favor de "la fraternidad y la esperanza" organizado para hoy por el movimiento judaísta partidario del diálogo con los palestinos, al que pertenece el rabino herido. Según informaba ayer Le Monde, este último había recibido una carta amenazadora en la que se decía que iba a recibir "el castigo reservado a los enemigos de nuestra causa" y que se trataba de vengar la sangre de "nuestros hermanos palestinos".
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