Bush planea la ocupación militar de Irak durante un año y medio

Estados Unidos mantendrá Irak bajo ocupación militar al menos durante un año y medio después de la guerra, cada día más probable. El presidente George W. Bush encontró ayer sobre su mesa, a la vuelta de vacaciones, un proyecto para la "democratización" de Irak coordinado por su asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice, que detalla las condiciones en que se desarrollará la posguerra.

De acuerdo con el texto, un general estadounidense asumirá todo el poder, se organizarán consejos de guerra contra los máximos dirigentes del actual régimen iraquí, incluyendo a Sadam Husein si sobrevive, y se intentará reconstruir con rapidez la infraestructura petrolera.

El plan, adelantado ayer por el diario The New York Times y cuyos principales extremos fueron posteriormente confirmados a la agencia Reuters por fuentes de la Casa Blanca, señala que será imprescindible mantener un gran despliegue militar en territorio iraquí durante al menos 18 meses, una vez que el régimen de Sadam Husein haya sido derribado. La idea de crear un Gobierno provisional con miembros del exilio iraquí ha sido descartada, y Rice considera muy difícil que el país pueda superar el caos de la posguerra sin un poder central fuerte ejercido directamente por un general de Estados Unidos. Ese general tendría dos misiones fundamentales, según el plan: "Preservar intacta la integridad de Irak como Estado" y "prevenir interferencias externas, militares o no militares", en referencia a posibles injerencias de los países vecinos.

Para suavizar la imagen de un poder tan claramente imperial, sin precedentes desde que en 1945 el general Douglas McArthur se convirtió en dictador de Japón, Condoleezza Rice aconseja a Bush que se establezca un poder teóricamente bicéfalo: junto al militar elegido por el Pentágono trabajaría un civil no estadounidense, cuya designación podría corresponder al Consejo de Seguridad de la ONU, con la misión de reactivar la economía, administrar la ayuda externa y ocuparse de la educación.

El efecto que la ocupación militar de Irak por parte de Estados Unidos pueda tener en los demás países musulmanes es una de las preocupaciones centrales del informe de Rice, redactado con aportaciones del Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y la CIA. La idea de buscar a un "administrador civil" que evite un protagonismo absoluto del Pentágono e internacionalice, en lo posible, la situación, constituye un reconocimiento de que Washington da por supuesta la hostilidad de millones de musulmanes y piensa en cómo afrontarla. En esa línea, el plan descarta purgas masivas en la Administración iraquí y consejos de guerra multitudinarios. "Partes del Gobierno muy identificadas con el régimen de Sadam Husein, como los tribunales revolucionarios o los organismos especiales de seguridad, serán eliminadas, pero la mayor parte de la Administración será reformada y mantenida en su puesto", dice uno de los párrafos del plan citados por The New York Times.

En cuanto a los consejos de guerra, Rice aconseja que se limiten a los dirigentes más significativos y que la cooperación con Estados Unidos, participando en una rebelión contra Husein o facilitando información sobre los presuntos arsenales secretos, sea considerada un factor atenuante o incluso un eximente. El Departamento de Estado propone que se establezca algo parecido a la "comisión de la verdad y la reconciliación" ensayada en Suráfrica, con poder para denunciar, pero sin capacidad para fijar castigos.

La cuestión del petróleo ocupa buena parte del informe. El Gobierno de Washington teme que Sadam Husein ordene la destrucción de los pozos en cuanto comience la guerra e intente atribuir la responsabilidad de Estados Unidos. La protección de la infraestructura petrolera será uno de los objetivos del Pentágono en caso de invasión. "Queremos proteger los pozos y asegurarnos de que son utilizados en beneficio del pueblo iraquí, en lugar de ser destruidos por un régimen que se desploma", afirmó la semana pasada el secretario de Estado, Colin Powell. Rice señala la necesidad de reactivar la extracción de crudo a toda prisa y de eliminar las actuales restricciones a la exportación, para que los beneficios cubran parte del coste de reconstruir el país tras la guerra.