Libros con el mejor de sabor

Navidades y Reyes son una de las épocas más propiciaspara los regalos, entre los que los libros ocupan un lugar cada vez más importante. El libro gastronómico y culinario no es una excepción y las editoriales se afanan en ofrecer cada vez más publicaciones. Este año, el interés parece centrarse en la culinaria de autor, muestra del mayor nivel que la sociedad va alcanzado también en el plano de la cultura gastronómica.

La relación de obras de gran interés publicadas a fines de 2002 es múltiple. Destacan, por ejemplo, el interesante recetario de la sin duda mejor cocinera hispánica, la catalana Carme Ruscalleda, de expresivo título: Cocinar para ser feliz (Editorial Viena; 16 euros) o la primera entrega de la monumental obra recopilatoria de Ferran Adrià, Juli Soler y Albert Adriá: El Bulli 1998-2002 (Integral; 120 euros).

Más cerca del gusto vasco está la última obra de Martín Berasategui, Gastronomía de Gipuzkoa (Kutxa / Aurrera; 36 euros). Desfilan aquí 53 recetas asequibles, identificadas la mayoría con la cocina tradicional guipuzcoana, pero tamizadas por la modernidad del maestro donostiarra.

En la cumbre de la cocina andaluza de autor destaca el restaurante rondeño Tragabuches, la obra de cuyos chefs, los jóvenes rupturistas Dani García y Juan Bautista Agreda, se repasa ahora en Tragabuches (Ronda; 51 euros). Un notable acontecimiento es la reedición del recetario más emblemático del histórico cocinero aragonés Teodoro Bardají: La cocina de ellas (Editorial La Val de Onsera; 33 euros) gracias al empeño del editor José María Pisa.

Pero para obras importantes las que revisan el trabajo de dos magos universales de las perolas: el francés Michel Bras y el suizo Frédy Girardet. Sobre el primero se ha publicado Bras (Montagud Editores; 75 euros), un recetario donde prima la sensibilidad, el sabor de lo auténtico y el uso de los mejores productos del chef más singular y atípico de hoy en día.

Mientras, Girardet: La cocina de las emociones (Everest; 45 euros) es el segundo y ansiado recetario, tras su impagable La cocina espontánea, del extraordinario cocinero helvético, considerado con toda justicia en su día y hasta su retirada el número uno del mundo, ex aequo con su gran admirador Joël Robuchon. De Girardet dice en esta obra Catherine Michel: "Su retirada del mundo de la cocina ha dejado un gran vacío a nivel mundial. Llenarlo no sería fácil. Para consolarnos, podemos decir que si Suiza es hoy en día el país más rico por metro cuadado en lo que a buenas mesas se refiere, se lo debe al sentimiento de superación que Girardet instauró a lo largo de un cuarto de siglo".