De un tribuno argentino

Me dirijo a usted, en mi condición de presidente del Secretariado Permanente de Tribunales de Cuentas de la República Argentina, en relación a la nota periodística publicada en el medio que dirige en su edición del día 4 de diciembre de 2002, y que involucra al presidente de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, doctor Ramón Muñoz Álvarez.

En tal contexto, es mi propósito destacar muy especialmente la trascendencia de la actitud que viene desplegando el señor Muñoz Álvarez en el marco de una instancia de intercambio y colaboración recíproca entre entidades de control público de la Unión Europea y países suramericanos, en particular entre la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid y la Asociación de Entidades de Control Público del Mercosur -ASUR- y el Secretariado Permanente de Tribunales de Cuentas de la República Argentina.

Tal ámbito de interacción institucional encuentra al doctor Muñoz Álvarez como uno de sus más conspicuos mentores e impulsores, sin cuyo protagonismo, me animo a afirmar, ese foro no revelaría el grado de avance que en la actualidad exhibe.

Debería saberse también que los órganos de control público suramericanos atraviesan una etapa de consolidación, acompañando la evolución de los aún frágiles procesos democráticos de los países del Cono Sur americano, resultando en tal sentido de una utilidad invalorable la experiencia de los organismos de contralor europeos, a los que el doctor Muñoz Álvarez nos ha abierto las puertas con inusitada generosidad.

Si a ello agregamos la especial atención que el doctor Muñoz Álvarez ha prestado a la secuencia de crisis institucional, económica y social que ha sacudido a la República Argentina en estos últimos tiempos, y en cuyo desenvolvimiento los Tribunales de Cuentas Argentinos han protagonizado un rol de relevancia, puedo aseverar que la actitud del doctor Muñoz Álvarez ha sido de una solidaridad conmovedora.