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Reportaje:

La mala cosecha del PP

Varios cargos populares en poblaciones rurales temen un descalabro electoral por la eliminación del subsidio agrario

La reforma del subsidio agrario ha incendiado de protestas el campo andaluz durante los últimos nueve meses. Un fuego que amenaza con devorar las expectativas electorales del PP en decenas de pueblos que se han movilizado masivamente contra la decisión del Gobierno. Los alcaldes populares del medio rural suspiran, en silencio o algunos ya a viva voz, porque el Ejecutivo central dé marcha atrás y alivie una presión que, en algunos casos, se antoja ya insoportable.

"Si el Gobierno no restituye el subsidio agrario, llevaremos las movilizaciones hasta las elecciones municipales de mayo", advirtió el secretario regional de UGT, Manuel Pastrana, tras la última manifestación contra la reforma, que convocó en Sevilla a unas 200.000 personas el pasado 1 de diciembre. "Hace mucho que los sindicatos no pedimos el voto para nadie, pero ahora pediremos que no se vote a quien no apoye la restitución del subsidio", corroboró el secretario regional de CC OO, Julio Ruiz ante una asamblea de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, sabedor de que el Grupo Popular es el único que se ha opuesto en el Parlamento andaluz a solicitar la supresión de la reforma.

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La eliminación progresiva del subsidio agrario y su sustitución por otro sistema contributivo (90 días de prestación por 360 de cotización) "injusto e imposible", según CC OO y UGT, ya puso en aprietos a los alcaldes populares en los días previos a la huelga general del 20 de junio. A pesar de la orden del partido de cerrar las filas, hubo ya casos sonados de disensión, como el de María Castillo, que era edil del PP en Paradas (Sevilla) y decidió afiliarse ese mes al Sindicato de Obreros del Campo, revitalizado por la protesta social en los pueblos. "Me sentí muy a gusto cuando dimití porque no podía seguir ahí [por el PP] con una reforma tan injusta", argumentó entonces la ex edil popular.

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La presidenta del PP andaluz, Teófila Martínez, trató de paliar el desgaste en verano con una propuesta para completar la renta a los jornaleros que desde mayo no cobraban ya el subsidio (en estos meses unos 15.000 de los casi 300.000 jornaleros afectados han perdido ese derecho). Un intento que no fue bien acogido por los sindicatos y que se quedó en papel mojado cuando el Ejecutivo, en octubre, aceptó todas las exigencias sindicales sobre la reforma del sistema de protección por desempleo, excepto el subsidio agrario.

Desde entonces, la presión sobre el PP en los pueblos que gobierna, con los comicios municipales en el horizonte, no ha dejado de crecer. Y muchos cargos locales, reventados, han empezado a hacer público su malestar ante un desgaste que consideran injustificado. En Jaén, una de las provincias con más perceptores del subsidio (unos 30.000) tras Sevilla, hasta el propio presidente provincial del PP, José Enrique Fernández, reconoció recientemente la "percepción positiva" del Plan de Empleo Rural (inversiones en infraestructuras del medio rural para completar jornales) y consideró que sobre la necesidad de reformar el subsidio agrario (330 euros mensuales durante medio año por 35 peonadas) "hay opiniones para todos los gustos", entre ellas las de varios alcaldes populares de la provincia.

Varios de estos primeros ediles, consultados por este periódico, han censurado la reforma del subsidio agrario y han expresado su temor porque sean ellos quienes "paguen las consecuencias" en las elecciones del próximo mes de mayo. El alcalde de Hinojares, Jesús Martínez, es quien se ha mostrado más crítico con la reforma. "Cuando se suprimen cosas hay que poner sobre la mesa otras contraprestaciones, por eso creo que la reforma es una imbecilidad", asegura Martínez, para quien el Gobierno del PP "ha tomado una decisión no meditada lo suficiente, y con una absoluta falta de imaginación". Hinojares, un municipio de 500 habitantes enclavado en la sierra de Cazorla, recibe al año más de 25.000 euros para las obras del PER, una cantidad que supone casi un 25% de todo el presupuesto municipal. "Estamos a pie de obra y, a veces, sin casco", dice el edil jienense.

Marcial Sánchez, uno de los alcaldes más veteranos del PP en Jaén, cree que "el Gobierno debería habérselo pensado antes y no hacer una reforma tan rotunda". El primer edil de Benatae (630 habitantes) asegura que, aunque insiste ante sus vecinos en que al Plan de Empleo Rural no le afecta la reforma, "ellos no se lo creen y se temen lo peor". En este pequeño pueblo de la Sierra de Segura, casi toda la población activa depende de una u otra manera del PER y del subsidio agrario. "Los alcaldes nos podemos llevar el chaparrón", admite Sánchez. Un planteamiento en el que coincide José Luis Manrique, primer edil de Los Villares (Jaén, 5.200 habitantes).

Manrique cree que la reforma "a la larga" es buena. Pero también considera que, en un cambio de este calado, el Ejecutivo central debe "acercar posturas" con los sindicatos. "Los platos rotos sí es posible que los paguemos, y puede cambiar el panorama electoral", confirma el alcalde popular. Juan Antonio Galán (Fuerte del Rey, 1.200 habitantes) se muestra menos preocupado por las consecuencias electorales, pero también muestra su rechazo a la reforma del subsidio. Ademas de apoyar las mociones en ese sentido del PSOE, respaldó a los socialistas en sus encierros y manifestaciones.

Algunos, como el alcalde de Aroche (Huelva), Antonio Cuaresma, no han aguantado más. "Si desaparece el subsidio agrario cientos de vecinos estarán abocados al paro", afirma el primer edil de este municipio de 3.000 habitantes, informa Lucía Vallellano. Según Cuaresma, de las 950 personas demandantes de empleo inscritas en el INEM en esta localidad, 600 perciben el subsidio agrario. "Espero que el PP rectifique" indica el alcalde, que no se presentará a la reelección por las discrepancias con su partido, el PP, en este tema. "No puedo ir con las siglas de un partido que perjudica a mi gente". Aroche es el segundo pueblo de Huelva después de Bollullos par del Condado más beneficiada por el subsidio agrario. Otros alcaldes populares de la provincia, como el de Villablanca y el de Valdelarco han expresado en varias ocasiones su disconformidad por la reforma, aunque no han ido tan lejos como Cuaresma.

Otros alcaldes del medio rural andaluz, en el que el PP ha ganado algo de presencia en los últimos años, como Juan Manuel Armario (Arcos de la Frontera, Cadiz) o Jesús Calderón (Pilas, Sevilla), que gobiernan dos de las localidades más afectadas por la reforma del subsidio agrario, optan aún por el silencio.

La última oportunidad

Los alcaldes del PP, así como el resto del campo andaluz, estarán hoy muy pendientes de la reunión que mantendrán esta tarde en Madrid el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, con los líderes nacionales de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, José María Fidalgo. Zaplana anunció que en este encuentro desvelaría la oferta definitiva del Gobierno sobre la reforma del subsidio agrario, el único de los puntos del decretazo de mayo que sigue en pie pese al rechazo sindical.

Méndez y Fidalgo ya han advertido varias veces que el único acuerdo posible se debe basar en la restitución del subsidio agrario y que, si eso no es así, anunciarán nuevas movilizaciones, entre ellas una huelga general en el medio rural extremeño y andaluz..

El Sindicato de Obreros del Campo dio ayer otra muestra de la contestación social a la reforma, con varias concentraciones a las que acudieron unas 10.000 personas.

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