El grafismo oculto sale a flote

El Año del Diseño comienza su andadura con una exposición gráfica en el Convent dels Àngels

El grafismo escribe historia. La que presenta Gráficas ocultas, exposición con la que el Krtu abre el Año del Diseño en el Convent dels Àngels de Barcelona, es el relato de la Cataluña cultural y alternativa que desde el año 1965 hasta la actualidad ha buscado mediante los soportes gráficos una manera de dar a conocer hechos y creaciones que han escapado a los circuitos establecidos. Revistas, carteles, fanzines, libros de artista elaborados con fotocopias, flyers, entradas para conciertos y publicaciones underground forman parte de un universo comunicativo que fue creando su propio lenguaje por el camino.

La selección de creaciones gráficas es tendenciosa, pero lo es sin reparos porque con ella los comisarios de la exposición, Òscar Guayabero y Jaume Pujagut, dejan traslucir sus propios gustos y su biografía. De hecho, aproximadamente el 80% de las piezas expuestas procede de la colección de Pujagut, quien durante años se ha dedicado a recoger lo que ambos comisarios denominan gráficas ocultas, llamadas así porque, incluso teniendo vocación mayoritaria, no han trascendido de un determinado circuito.

Con estas gráficas ocultas se dieron a conocer los primeros conciertos de rock que se celebraron en Barcelona y Badalona a mediados de la década de 1970, como muestra el flyer del concierto de Tangerine Dream de 1976 en el antiguo pabellón del club de baloncesto Joventut de Badalona. También salió a flote la creación alternativa de los años ochenta, que exploró nuevas formas de agitación artística. Un caso característico es el de la revista Fenici, realizada en Reus por Francesc Vidal. Las gráficas ocultas también hicieron salir del ostracismo informático a quienes en los primeros años noventa cambiaron el fanzine de fotocopiadora por el realizado con Macintosh. Los hermanos Claret siguieron esta línea con el fanzine Merrindo semea, que también puede contemplarse en el Convent dels Àngels.

La exposición plantea un variopinto recorrido aleatorio por multitud de gráficas, como la revista Disco exprés, que aunque vivió varias etapas está representada con un número que da por finiquitado el punk en un tiempo de movidas y nuevos romances musicales. Este periplo también hace referencia a numerosos creadores polifacéticos que desde lo oculto pasaron a la luz diáfana: Mariscal, Perico Pastor, Enric Jardí, América Sánchez, Peret, Guillem Cifré y Perejaume son algunos ejemplos representados. El caso de Manel Rubiales es paradigmático, ya que sigue explorando por los caminos del ocultismo cultural. De él podemos contemplar su Mano asesina.

La exposición también muestra los pequeños libros objeto de la Fundación Tabique, el tarjetón móvil de la coctelería Gimlet, el cartel del primer Canet Rock, la revista de agitación tipogáfica Grrrrrrrr, los fanzines realizados por Nazario en el tardofranquismo, la potencia electrónica de la revista Florida, realizada por el tecnodiseñador Sergi Ibáñez, hasta llegar a 500 obras de más de 200 autores. Este cóctel gráfico, germen primigenio de otras creaciones más visibles, es asimismo una biografía de la Cataluña creativa, que sabe encontrar el justo equilibrio entre el impulso freaki y el rigor profesional. Gráficas ocultas podrá ser visitada hasta el próximo 3 de marzo.