Vizcaya impulsa revitalizar la Margen Izquierda a cinco meses de las elecciones
Bergara pide a las cuatro comisiones del programa que detallen sus actuaciones
La Diputación de Vizcaya va a impulsar a apenas cinco meses de la ceelbración de las elecciones municipales y forales la segunda fase del plan de revitalización de la Margen Izquierda. El diputado general, el peneuvista Josu Bergara, posible candidato de su partido a la reelección y quien se comprometió en septiembre a impulsar el programa, ha pedido un documento de actuaciones sectoriales para elaborar el texto de sintesís. El PSE pidió hace varias semanas a Bergara que agilizase el plan de revitalización que se firmó en enero de 2001, pero no se ha concretado por los problemas entre los partidos.
Este programa de revitalización, cuya puesta en marcha registra ya dos años de retraso, vivió su primera fase entre 1997 y 2000 y, pese a que sus detractores aseguran que se limita a recoger iniciativas que ya estaban previstas, su principal virtualidad es que ha comprometido a todas las instituciones implicadas (los gobiernos central y vasco, la Diputación de Vizcaya y los 11 ayuntamientos de la Margen Izquierda y Zona Minera), además de a peneuvistas, socialistas y populares, a los que en la segunda fase se ha unido EA. IU y Batasuna se han mantenido siempre al margen.
El plan nació para hacer frente a la crisis industrial de la Margen Izquierda, la zona más afectada en Euskadi por la reconversión de la década de los 80. Se captaron 270 millones de euros, la quinta parte de la inversión prevista en esa fase, y se generaron 2.300 empleos, la mitad de los barajados. Las autoridades vizcaínas se vanagloriaron de avanzar en uno de los grandes objetivos del programa: la equiparación del paro de la Margen Izquierda a la media de Euskadi, que en 1997 se saldaba con una diferencia de 11 puntos y ahora ronda los ocho.
La segunda fase de esta iniciativa se firmó en enero de 2001, pero la comisión de seguimiento no se reunió hasta finales de ese año por las disputas de los partidos. Se formaron las cuatro comisiones creadas, porque además del sector de la industria, en el que incidió la primera fase ahora se han unido los de infraestructuras del transporte y comunicación, empleo y bienestar social y medio ambiente y vivienda.
Pero las comisiones apenas han trabajado en todo este año. Sólo se ha conocido un borrador del área de industria que hablaba de crear casi 3.100 empleos como resultado de proyectos de inversión cifrados en más de 200 millones de euros.
La Diputación es la institución que, con el Gobierno vasco, debe dinamizar el plan. Bergara se comprometió en el pleno de política general de Vizcaya de septiembre a desbloquear "el actual impasse" en unos "momentos de confrontación política en los que el ruido de fondo impide un diálogo sincero y sosegado".
En diciembre ha enviado una carta a cada una de las cuatro comisiones para que detallen las actuaciones en los distintos sectores como paso previo a la reunión de la comisión de seguimiento del plan que debe elaborar el documento de síntesis con los proyectos e inversiones concretas. A principios de mes, el secretario del PSE vizcaíno, José Antonio Pastor, y su portavoz en las Juntas Generales, Josu Montalbán, inquirieron a Bergara sobre el programa de revitalización y la demora en su desarrollo.
Con la petición de Bergara a las comisiones, la segunda fase de la revitalización puede concretarse en el primer trimestre de este año, a escasos meses de las elecciones municipales y forales de mayo. Este retraso impedirá además cumplir la vigencia del plan, prevista inicialmente de 2001 a 2004, que tendría que extenderse de 2003 a 2006.
La inversión global de esta segunda fase puede rondar los 1.000 millones de euros, una elevada cantidad que se explica al incluirse las plantas energéticas en el Puerto de Bilbao, que por sí solas absorben alrededor de 600 millones de euros.
El acuerdo político suscrito en enero de 2001 preveía también otras actuaciones como el túnel del Serantes, el nuevo acceso ferroviario de las mercancías al Puerto de Bilbao; el parque industrial de Burtzeña o el compromiso para aprobar el Plan Territorial del Bilbao metropolitano.
