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COMERCIO

La casa eBay cierra cada día másde 10.000 subastas en España

La filial española cierra cada mes la venta de tres coches BMW; cada día, dos teléfonos móviles Nokia 8210, tres relojes y un 'madelman'; cada hora, un libro, dos sellos, tres PC y cuatro monedas

La subastas en red de eBay van a cumplir un año de su llegada a España. Desde entonces el número de visitas se ha duplicado. Ha pasado de las 149.000 visitas únicas a las 339.000, lo que supone un crecimiento del 127%.

Alrededor de 55 millones de personas participan en las subastas en Internet en todo el planeta. La empresa creada en 1995 por Pierre Omydiar es uno de los negocios más boyantes de la Red. Han abierto sucursales en 20 países y en 2001 obtuvieron unos beneficios en Estados Unidos de 478,8 millones de dólares. La previsión para este año es que superará los 1.180 millones.

Más de 150.000 norteamericanos viven única y exclusivamente de lo que sacan subastando objetos en eBay. Tanto es así, que la compañía norteamericana estudia crear un seguro médico para estos trabajadores.

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Según Forrester Research, el mercado de las subastas en red pasará de 1.400 millones de dólares en 1998 a 19.000 millones en 2003.

La ebaymanía también ha llegado a España, donde todos los días se cierran más de 10.000 subastas. Los datos de la filial española no dejan lugar a dudas: en un mes, venden tres coches BMW; cada día, dos teléfonos móviles Nokia 8210, tres relojes y un madelman; cada 60 minutos, un libro y un artículo de arte; un sello cada 25 minutos; un PC cada 20 y una moneda cada 15 minutos.

Para algunos españoles se ha convertido en un medio de ganarse la vida. Es el caso de Alfredo Caballero (en la Red, Alfreedom), un madrileño de 31 años de edad que dejó su trabajo el 15 de octubre. Ahora, sólo se dedica a vender madelmans, geypermans y scalextrics en las subastas de Internet. "Volvía de trabajar y, en el ordenador de casa, dedicaba seis horas más a las subastas. No había más remedio que decidir".

Alfredo reconoce que las subastas son más rentables que ir a la oficina todos los días. "Mi trabajo me gustaba, pero disfruto más con las subastas".

Alfredo descubrió en el año 2000 las subastas en la Red. "Mi madre me dijo que había encontrado una caja con trajes de geyperman. Los anuncié en un periódico. Un coleccionista los compró por 10.000 pesetas. Le comenté lo sucedido a Alberto, un compañero del trabajo".

Los dos se asociaron para vender por Internet. "Alberto tenía un geyperman. Entramos en iBazar y vimos que pagaban 15.000 pesetas por un muñeco. La primera experiencia fue negativa. Pusimos en venta el geyperman en tres sitios de subasta y tuvimos la mala suerte de venderlo en los tres. Fue necesario justificarse ante las dos personas que también lo habían comprado. Aprendimos que hay que ser muy honestos para trabajar en las subastas".

Alfredo cierra 300 ventas mensuales en eBay. La mayor venta que han realizado fue "un madelman nuevo de hace 30 años". "Era un explorador polar con trineo y un perro. Nos pagaron varios cientos de miles de pesetas, porque se trataba de una rareza", explica.

El redactor publicitario cree que para tener éxito basta con "realizar las descripciones con mucho humor e incluir fotografías". Sin olvidar lo más importante: la garantía. "Alfredom, nuestro nombre en eBay, es como El Corte Inglés. Si el comprador no queda satisfecho, le devolvemos su dinero".

Para conseguir los muñecos, Alfredo y Alberto visitan algunos domicilios particulares. A veces se llevan una sorpresa: "En una casa de Móstoles, nos encontramos con un tipo de 28 años que decía que era la reencarnación de Elvis Presley. Su habitación era un santuario dedicado al cantante".

Ramón Mínguez (alias rminguin), de 30 años, trabaja en una estación de servicio y vive en Altura (Castellón). Participa en las subastas desde hace tres años. "Vendo normalito. Dos envíos al día". Está especializado en videojuegos y consolas. "Se importan de EE UU y Asia. También las consigo de tiendas de segunda mano". Su colección personal está compuesta por más de 4.000 juegos originales y alrededor de 60 consolas diferentes.

No por reembolso

Le gustaría dedicarse sólo a las subastas. El precio más alto que ha conseguido por un juego ha sido de 60 euros. "En la mayoría de los casos, como mucho, ganas 6 euros". A través de las subastas ha hecho amigos. "Vendo a Inglaterra, Francia, Italia, Estados Unidos. Si les mando el juego y ven que eres buena persona, poco a poco se va creando una relación". Como la mayoría de sus compañeros, ha dejado de vender por reembolso. "Algunos compradores no van a Correos a recoger los paquetes, y pierdes el tiempo y el dinero".

Antonio Liarte (alias Comproyvendo), de 39 años de edad, tenía dos tiendas, una en Madrid y otra en Internet (www.compraguay.com). En 1999, decidió abrir una sucursal en las páginas de subastas en la Red. "Al principio, subastaba en Mercado Libre y QXL, pero ya sólo trabajo con eBay".

Su especialidad son los productos relacionados con el sonido y la imagen. Consigue restos de existencias y los subasta. "De media, vendo 40 artículos al mes. De hecho, el 40% de las ventas de mi tienda virtual se realizan en eBay".

Liarte dice que sus ventas mensuales ascienden a más de 6.000 euros. ¿Gana siempre? "En el 99% de los casos, sí".

Carmen Molina (alias Miss_pepis), en un año, ha coleccionado más de 200 muñecas Barbie. Molina, de 27 años, cuando acaba de trabajar se conecta al ordenador durante cuatro horas. "Me gusta cuidar mis subastas. Busco fondos bonitos para las páginas y me he comprado una cámara digital para enseñar las muñecas".

Consigue muchas muñecas en eBay Estados Unidos. Luego las vende en la página española. "Hay mucha gente que no se atreve a comprar fuera porque no hablan inglés o les da miedo utilizar la tarjeta de crédito". En eBay, la solvencia de los vendedores se mide por puntos. "Algunos vendedores americanos tienen más de 20.000 puntos". En España, Alfreedom tiene 800 puntos.

Los vendedores pagan a las páginas de subasta entre el 1,5% y el 5% del dinero de la venta. "Me pasan un recibo mensual. A veces es de 20 euros. Quiero pagar mucho porque significa que vendo mucho". Carmen no tiene reparaos en confesar. "Estoy enganchada. No puedo pasar ni un solo día sin mirar mis subastas".

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