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Tres polizones iraquíes viajan hacia Génova tras pedir asilo en Valencia

CEAR denuncia reiterados impedimentos oficiales para pedir refugio

Representantes de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) presentaron ayer en la Delegación del Gobierno la solicitud de asilo de los tres polizones iraquíes que el domingo llegaron a Valencia en un carguero español. El barco zarpó ayer rumbo a Barcelona con los refugiados a bordo pero a media tarde alteró la ruta hacia Génova, a causa de la huelga de estibadores. Un abogado de CEAR se trasladó al barco fondeado en la bocana del puerto de Valencia. La entidad censuró los "reiterados impedimentos" oficiales a las peticiones de asilo.

N. P. A., nacido en 1980, A. A. K. y T. N, nacidos en 1976, llegaron a Valencia el domingo en el buque de bandera española Candelaria B, procedentes de Beirut, tras hacer escala en Barcelona. El barco fondeó en la bocana del puerto a la espera de poder atracar, debido a la congestión provocada por la huelga de estibadores. Allí fue donde la aseguradora del buque facilitó durante la tarde del domingo a un abogado de esta organización el acceso al barco "donde se realizaron las entrevistas para cumplimentar la solicitud de asilo", según apunta la organización. Tras recoger la información de los polizones, uno de los cuales tenía documentación del Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Refugiados (ACNUR), CEAR remitió los datos a la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, además de comunicarlo a la Oficina de Asilo y Refugio y al ACNUR. La aseguradora y CEAR optaron por tramitar en el mar las solicitudes depués de los percances ocurridos en el puerto de Barcelona, donde "se impidió la asistencia del letrado y del traductor facilitados por la aseguradora", según la entidad humanitaria. Pero este incidente no es un suceso aislado. CEAR critica "los reiterados impedimentos" al derecho de asistencia letrada de los polizones que quieren entrar en España o solicitar asilo. Este derecho "se cumple en la mayoría de puertos españoles". Pero en Valencia, apunta, "nos vemos obligados a denunciar los incumplimientos de la Policía para garantizar un derecho del que la policía de un Estado debía de ser garante".

La Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, que en un primer momento aseguró no haber recibido ninguna petición de asilo político, aseguró por la tarde que remitirá a la Subdirección General de Asilo del Ministerio del Interior las peticiones.

Las jornadas de huelga de estibadores en Valencia impedían al barco descargar las mercancías que transporta hasta el día cuatro o cinco de enero. En principio, los armadores optaron por dirigir el buque a Barcelona, pero a media tarde cambiaron en rumbo hacia Génova, informa Mar Padilla. El capitán del barco, Jorge Villar, recibió ayer un télex que le conminaba a variar la ruta inicial, dejar España y adentrarse en aguas italianas. Villar apuntó que el cambio se debió a la negativa de los estibadores catalanes a descargar la mercancía, en solidaridad con sus compañeros valencianos.

"Es todo un poco extraño, y no sabemos si este repentino cambio obedece a una casualidad o a la crisis por los tres polizones iraquíes que se hallan a bordo", señaló ayer una de las representantes legales de los armadores, quien aseguró que la preocupación crece entre la tripulación del Candelaria B porque "uno de los polizones está empezando a tener una actitud violenta". Los tres polizones, descubiertos el dia 27 cuando el barco se dirigía a Barcelona, han insistido en su intención de entrevistarse con algún representante de las Naciones Unidas. Según el traductor que habló con ellos por teléfono el viernes, no pueden volver a Irak "porque serían ejecutados". El nuevo itinerario previsto del Candelaria B es Génova,Túnez, Malta y de nuevo Barcelona, en cuyo puerto atracaría en el plazo de 8 días.

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