Manifestantes de Nunca Máis abuchean a Álvarez-Cascos
Con extremas medidas de seguridad y un cordón policial a prueba de ciudadanos indignados, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, visitó ayer Galicia arropado por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, con quien inauguró un tramo de la autopista de peaje entre Santiago y Ourense. Unas 200 personas de la plataforma Nunca Máis recibieron a la comitiva de políticos con pancartas de "dimisión" y gritos de protesta.
La de ayer era la segunda visita de Cascos a Galicia desde el hundimiento del Prestige, pero era la primera en la que comparecía ante el público y en un acto oficial. Y el temor a sufrir en sus carnes las iras de los gallegos era evidente. Por ello las referencias a la catástrofe ecológica fueron mínimas, las justas para decir que en el siniestro del petrolero "se tomaron las decisiones más correctas, las menos malas posibles" y para criticar "las utopías" de la oposición.
La inauguración de la nueva autopista se realizó en las afueras de Silleda (Pontevedra), donde desde primeras horas un nutrido grupo de guardias civiles y policías controlaron de cerca a los integrantes de Nunca Máis, a quienes impidieron el acceso a la zona. Sólo algunos vecinos y los dirigentes locales del PP, junto a los periodistas, lograron acceder al punto de encuentro.
"Es el mejor ministro"
Cuando la comitiva política pasó cerca del punto donde se encontraban los manifestantes, éstos los recibieron con pancartas, abucheos, insultos e incluso una pequeña lluvia de huevos. Pero los incidentes no pasaron de ahí y de alguna identificación de manifestantes por parte de la policía. Fraga, que el día antes se había referido a los integrantes de la plataforma como "los del autobús de la disidencia", intentó ignorar una vez más a los activistas y defendió en todo momento a Álvarez-Cascos, de quien afirmó: "Es el mejor ministro de Fomento que nunca ha tenido este país".
La presencia de Álvarez- Cascos sorprendió a más de uno, ya que la Administración central no ha aportado dinero para la construcción de la autopista y se ha limitado a conceder un préstamo participativo a la empresa pública de la Xunta que construye la carretera. En opinión del presidente del grupo parlamentario de los socialistas en el Parlamento gallego, Ismael Rego, la presencia de Cascos fue una "tomadura de pelo", ya que "Fomento no aportó ni un solo euro para esta infraestructura". Asimismo, Rego calificó de "patética" la postura del presidente de la Xunta, Manuel Fraga, "por dar cobertura y aplaudir" el comportamiento "insolidario y despreciativo" del Gobierno central hacia Galicia.
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