Vitoria y la Diputación de Álava aprueban sus presupuestos de 2003

La Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria vieron ayer aprobados sus presupuestos para 2003 y se convirtiron en las primeras de las grandes instituciones vascas, y probablemente las únicas, que vayan a tener cuentas para el próximo año. Las dificultades que atraviesan por su situación minoritaria tanto el Gobierno vasco, como las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa y los ayuntamientos de Bilbao y San Sebastián apuntan a la prórroga de las cuentas de 2002. El diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe, ha realizado una propuesta de acuerdo al PSE-EE.

La Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Vitoria e convirtieron ayer en las primeras, y tal vez únicas, grandes instituciones, en sacar adelante sus cuentas del año próximo. Lo hicieron con los votos favorables de los partidos que forman sus equipos de gobierno (PP-UA) y el apoyo grupo socialista.

Las dificultades que atraviesan por su situación de minoría tanto el Gobierno vasco, como las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya y los ayuntamientos de Bilbao y San Sebastián, apuntan a la prórroga de las cuentas del año pasado en todo el resto de los poderes ejecutivos más significativos de la comunidad. El lehendakari Ibarretxe, que afronta su quinto año al frente del Gobienno, sólo ha conseguido aprobar en ese tiempo unos presupuestos, los que rigieron en 2000, aprobados en 1999 con el apoyo de la entonces Euskal Herritarrok. Éstos han sido prorrogados en los años siguientes. Ibarretxe ya había gestionado parte del ejercicio de 1999 con las cuentas elaboradas por el último Gobierno de José Antonio Ardanza.

Las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa sólo han tenido presupuestos este año desde su constitución tras las elecciones forales de 1999, gracias al apoyo que le prestó el PSE-EE el año pasado, en un momento de cierta distensión. El Ayuntamiento de Bilbao no ha podido aprobar nigún presupuesto en todo el mandato de Iñaki Azkuna (PNV) y el de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, ya ha anunciado la prórroga, tras la ruptura del pacto con el PP.

En el caso de Guipúzcoa, el Gobierno foral de PNV-EA ha realizado una propuesta al PSE-EE para repetir en 2003 el pacto presupuestario suscrito este año. En las conversaciones mantenidas con los socialistas, cuyo apoyo es necesario para lograr la mayoría suficiente en las Juntas Generales, el portavoz del PSE, Miguel Buen, ha transmitido al diputado general, el peneuvista Román Sudupe, tres condiciones para firmar un acuerdo: un posicionamiento firme en contra de la violencia de ETA, el impulso de las políticas sociales a favor de los sectores más desfavorecidos y el aumento de la financiación a los ayuntamientos, informa Mikel Ormazabal.

Oposición nacionalista

En los debates presupuestarios celebrados ayer en las Juntas Generales de Álava y en el Ayuntamiento de Vitoria, los proyectos encontraron la oposición de PNV-EA, Izquierda Unida y la antigua Batasuna, que vieron rechazadas la práctica totalidad de sus enmiendas parciales -medio millar al presupuesto de la Diputación y más de 200 al municipal-. Serán definitivamente 320,9 millones de euros los que dispondrá la institución presidida por Ramón Rabanera, en el último año de una legislatura en la que el PSE ha respaldado y consensuado con el equipo de gobierno PP-UA los cuatro presupuestos del gobierno foral. "Concluimos un ciclo en el que nos hemos comprometido con la estabilidad de Álava", apuntó el portavoz socialista, Juan Carlos Prieto.

Desde las filas nacionalistas, se destacó en el pleno la "falta de diálogo" del equipo de Rabanera. "Sólo constatamos despilfarro, descontrol y un empobrecimiento de Álava a lo largo de este periodo", concluyó el representante del PNV, Miguel Ángel Redondo.

Batasuna tuvo comportamientos diferentes en ambas instituciones. En las Juntas Generales sus representantes, que funcionan ahora con la denominación de Grupo Mixto, abandonaron el salón de plenos tras una sola intervención y no votaron, frente su actitud en el debate de las enmiendas a la totalidad, en el que intercambiaron apoyos con PNV y EA. Por contra, en el Ayuntamiento participaron en la votación y se opusieron, junto a PNV, EA e IU, a unas cuentas que ascenderán a 240 millones de euros.