200 millones de toneladas de tierra desplazadas por el agua
El proceso de explotación de la mina de oro de Las Médulas en la época romana alcanzó tal grado de sofisticación que llegó a transformar la topografía y la hidrografía del lugar. Los ingenieros romanos idearon un complejo sistema de canales, algunos de ellos de 100 kilómetros de largo, que les permitían desviar el agua de los ríos para hacerla llegar a lo alto de la montaña. Plinio recordaba la complicada labor de los que cavaban los canales: "El que hace los cortes (en la roca) se cuelga con cuerdas, de modo que, para el que lo ve de lejos, ni siquiera se asemeja al género de las bestias, sino más bien a un ave". Desde lo alto de la montaña, el agua se dejaba fluir por las laderas, de forma que ésta arrastraba piedras, lodo y, sobre todo, el preciado metal. 200 millones de toneladas de tierra fueron desplazadas por el agua.Una vez abajo, los astures de la zona se encargaban de lavar el conglomerado en agua por medio de bateas, hasta separar el oro de los demás materiales.
Otro de los métodos empleados para la extracción del oro era el de hacer que la montaña literalmente se derrumbara, lo que Plinio recoge en sus textos como la ruina montium. Para ello se cavaban enormes túneles en el interior de la montaña para luego inundarlos mediante el agua de los canales. El agua debilitaba el interior de la montaña hasta que producía su derrumbe.
Los trabajadores se encargaban de separar las piedras más grandes, que eran amontonadas en las laderas de los montes, un fenómeno que aún se puede observar hoy. La acumulación de los materiales arrastrados, según muestra un vídeo de la exposición, creó un dique que provocó el nacimiento del lago de Carucedo.
Los sistemas de extracción del oro dieron a Las Médulas el aspecto de acantilados que hoy presentan y que choca radicalmente con la topografía del entorno. Los canales empleados entonces aún se pueden observar hoy.
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