El amor y la guerra de Garcilaso
Durante muchos años, los estudiosos no habían reconocido más mujer en la vida de Garcilaso que la portuguesa Isabel Freyre, por quien el poeta habría sentido un amor extrañamente platónico. En 1998, María Carmen Vaquero Serrano rompió con esa imagen al dar a conocer un documento de capital importancia: una escritura en la que una dama de la aristocracia toledana, Guiomar Carrillo, confesaba haber tenido un hijo con Garcilaso, después de una larga relación sexual, en el periodo en que ambos estaban solteros. Posteriormente, Vaquero ofreció unos apuntes basados en una rigurosa investigación sobre la familia de Guiomar: llegaba a la conclusión de que si Garcilaso no se casó con la madre de su primer hijo fue por la implicación de un hermano de la dama en la sublevación comunera contra el emperador, y de que el poeta la seguiría viendo y amando incluso tras su matrimonio con Elena de Zúñiga.
GARCILASO. POETA DEL AMOR, CABALLERO DE LA GUERRA
María Carmen Vaquero Serrano Espasa Calpe. Madrid, 2002 355 páginas. 21 euros
Ahora la autora ha escrito una muy estimable biografía completa de Garcilaso, y, aunque ha seguido las pautas marcadas por los estudiosos anteriores, ha examinado los documentos más o menos accesibles para revisar los lugares más oscuros de la vida del toledano. Ha concentrado su labor en los aspectos amorosos y políticos de Garcilaso, y no ha desdeñado abordar unos y otros a la luz de sus versos, para proponerles nuevos contextos y referentes.
Para los aspectos amoro-
sos, no sólo ha reafirmado la importancia de Guiomar Carrillo, sino que, además, ha creído identificar a otra mujer, para desbancar de la lista a Isabel Freyre, a la que en un brevísimo capítulo final, sin cuestionar su existencia física, trata de mito. Sin aportar documentos, es de la opinión que la Elisa cuya muerte llora Garcilaso, especialmente en las églogas primera y tercera, es su cuñada, la también portuguesa Brites o Beatriz de Sa, la segunda mujer de su hermano mayor Pedro Laso y prima de Francisco Sa de Miranda: apoya la hipótesis en la suposición de que Pedro, en una situación bastante precaria en su exilio en Portugal, se casara con ella no por amor, sino por puro interés económico, y en una más que dudosa semejanza fónica entre "Brites de Sa" y "Elisa". Si bien los cuñados debieron coincidir durante un tiempo en Toledo, viviendo con sus respectivas parejas, nada hace pensar que entre ellos hubiera una relación especial.
Para los aspectos político-militares, la historiadora quiere presentar al poeta, no como personaje monocorde, sino con alguna que otra inflexión ideológica. La más importante tiene que ver con su implicación, y la de su hermano mayor, Pedro, en la guerra de las Comunidades. María Carmen Vaquero está convencida, en contra de lo que se había dicho siempre, de que los dos hermanos "estuvieron con los rebeldes [...] durante los primeros tiempos [...], pero que, después, ambos se pasaron a los vencedores" (pagina 77). Si los dos Lasos se adhirieron y desvincularon por igual de la causa comunera, con la única diferencia del protagonismo, mucho mayor y notorio el de Pedro, las consecuencias de la adhesión fueron abisalmente distintas: ¿por qué a uno se le premia con un ascenso en su rango militar y al otro, en cambio, se le castiga con la pena capital, que habría sido ejecutada de no buscar el condenado refugio en Portugal?
María Carmen Vaquero ha utilizado en su libro dos estilos distintos: uno riguroso, apoyado en una tarea incansable en los archivos, y otro novelesco, fundado en suposiciones no siempre demasiado verosímiles, formuladas a veces a base de interrogaciones a las que no se da respuesta. De ahí los más y los menos de un libro que en cualquier caso es ya lectura obligada para cualquiera que se interese por el mayor poeta del Renacimiento español.
Bienvenido Morros. Universidad Autónoma de Barcelona.
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