El Ayuntamiento recalificó suelo de la empresa a cambio del edificio

El anuncio del cierre de Tabacalera llegó en 1999, cuando Celia Villalobos era alcaldesa de Málaga. Ella dijo entonces que no recalificaría los terrenos contiguos a la fábrica, unas manifestaciones con las que supuestamente pretendía presionar a Altadis a mantener los empleos.

Es más, Villalobos llegó a ofrecerle suelo para que instalara en esta capital una megafactoría, ya que el plan de la multinacional era concentrar centros de trabajo. El entonces concejal de Urbanismo y actual alcalde, Francisco de la Torre, también se oponía a la recalificación de ese suelo, hasta entonces de uso industrial.

Sin embargo, años después de la Torre firmó un convenio -que según los sindicatos fue negociado con poca transparencia- por el cual a cambio del edificio de la fábrica, un inmueble neoclásico de principios de siglo que pasaba a formar parte del patrimonio municipal, se le recalificaban a la propietaria 42.000 metros cuadrados de suelo ubicados en primera línea de playa. Allí, la empresa tiene previsto construir cuatro bloques de viviendas y un hotel.

El alcalde defiende que la operación es provechosa para el municipio, que se hace con valioso inmueble. "No regalamos ni un solo metro, sólo autorizamos que pueda ser residencial en lugar de comercial. Si alguien sale beneficiado es el Ayuntamiento. No es un premio a la empresa". Los sindicatos recordaron que existe un compromiso de recolocación de los trabajadores que no se han acogido ni a los traslados ni a las prejubilaciones. De la Torre prometió que estará "atento" para que esos empleados encuentren empleo en un plazo de dos años.