Los comercios abrirán el año que viene 21 domingos
La patronal de los grandes establecimientos considera "insuficiente" la decisión del Gobierno
"Se trata de un error político con un coste muy alto". Así calificó ayer la patronal Cecoma, mayoritaria en el sector del pequeño y mediano comercio, la decisión adoptada por el Gobierno regional de autorizar 21 domingos durante los cuales los locales comerciales podrán abrir en 2003, dos más que los 19 actuales. La tan esperada decisión del Ejecutivo ha desatado un aluvión de críticas y las iras de los pequeños comerciantes, que acusan al Gobierno de favorecer sólo a las grandes superficies. Cecoma anuncia, para después de las fiestas navideñas, un cierre patronal similar al de 2001 en protesta por la medida.
El de los horarios comerciales es un espinoso asunto del que no ha salido bien parado el Gobierno regional, a juzgar por la reacción de los pequeños y medianos comerciantes. Ya en 2001, la decisión del consejero de Economía, Luis Blázquez, de aumentar de 14 a 18 el número de domingos en los que los establecimientos podían abrir el pasado año, generó un cierre patronal y desató una auténtica batalla entre sindicatos, pequeños comerciantes y la consejería.
Blázquez impulsó en 2001 el denominado plan de agosto, una iniciativa que pretendía "dinamizar" el comercio madrileño con una serie de medidas que incluían la apertura de los locales comerciales durante todos los domingos de ese mes. Aquella iniciativa, frente a la cual nada pudieron hacer ni sindicatos ni patronal (pese a la huelga), y que se repitió este año, fue considerada como un "auténtico fracaso" por las patronales Cecoma y Copyme y los sindicatos UGT y CC OO.
Este año, tanto las organizaciones del pequeño y mediano comercio como los sindicatos se pusieron en pie de guerra cuando trascendió que Blázquez quería impulsar la apertura festiva durante 26 domingos. Ante tantas diferencias, la Mesa del Comercio, que se reunió el pasado 12 de diciembre, no llegó a ningún acuerdo respecto al horario comercial. El consejero dejó entonces en manos del presidente, Alberto Ruiz-Gallardón, la decisión sobre tan complicado asunto.
Reacción airada
Ruiz-Gallardón zanjó ayer el asunto con la intención de adoptar una postura equilibrada, pero sin éxito. Nada más anunciar que el calendario comercial se establecería en 21 festivos, patronal y sindicatos reaccionaron airados.
El calendario de apertura de los domingos ha quedado así: 5 y 12 de enero, 2 de febrero, 2 de marzo, 6 de abril, 4, 11 y 18 de mayo, 1 y 29 de junio, 6 de julio, 3, 24 y 31 de agosto, 7 de septiembre, 5 de octubre, 2 de noviembre y 7, 14, 21 y 28 de diciembre. La novedad, frente al presente año, es que se suprime uno de los domingos de agosto, se refuerzan los festivos en mayo y se incluyen los domingos en períodos de rebajas durante el verano y el invierno.
El presidente aseguró que "el Gobierno regional ha hecho lo que debía", y subrayó que el pequeño comercio madrileño se viene adaptando muy bien a la liberalización de horarios, que, según él, será total en 2005.
La decisión regional, esperada con gran interés tanto por los pequeños comerciantes como por los grandes -partidarios de la liberalización total- y los sindicatos, ha generado un hondo malestar en la mayoría de los sectores. Sólo la patronal Anged -que representa a los grandes almacenes de distribución- ha calificado de "positiva" la medida, aunque "insuficiente", según su portavoz, Antonio Bernabéu.
La asociación más crítica ha sido Cecoma, mayoritaria en el sector, y cuyo presidente, Salvador Santos Campano, anunció movilizaciones y un cierre patronal igual al que se llevó a cabo en enero de 2001, cuando el Gobierno regional decidió ampliar de 14 a 18 el número de festivos que los comercios podían abrir sus puertas. "Se trata de un error político grave con un coste muy alto. Nosotros pensábamos que el Gobierno recapacitaría, pero ahora nos hemos dado cuenta de que le están haciendo la campaña a la oposición. Y Ruiz-Gallardón miente, porque la liberalización total no está prevista en 2005", declaró Santos Campano, visiblemente enfadado.
Salvador Bellido, el portavoz de la otra asociación que representa a los pequeños comerciantes, se mostró claramente en desacuerdo con la decisión adoptada por el Ejecutivo. Bellido calificó de "innecesaria" la decisión regional y aseguró que ésta rompe el consenso. "Lo único que hace es favorecer a las grandes superficies", dijo. Desde Cocem, la recién creada asociación de comercio especializado de Madrid, su portavoz, Hilario Alfaro, lamentó "la falta de sensibilidad" del Gobierno autonómico y aseguró que el incremento de los horarios comerciales, según una encuesta que ha realizado entre sus 109 asociados, que representan a unos 36.000 establecimientos comerciales, "influirá notablemente en la intención de voto".
Los sindicatos UGT y CC OO se oponen radicalmente a la decisión de Ruiz-Gallardón, pero se mostraron cautos ante la posibilidad de secundar las movilizaciones que planea la patronal.
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