Un turista de Puerto Rico muere durante un atraco callejero en Centro

Un turista puertorriqueño, Félix Luis Vélez Santiago, de 41 años, fue hallado muerto ayer por la tarde junto a los puestos de la feria de artesanía del paseo de Recoletos, en el distrito de Centro. La víctima acababa de sufrir un atraco a manos de cuatro o cinco jóvenes que golpearon al turista para hacerse con sus efectos personales. Fuentes del Samur-Protección Civil señalaron que el fallecido no presentaba signos externos de violencia y que pudo perder la vida tras sufrir un paro cardiaco, probablemente como consecuencia del asalto que sufrió.

Los hechos ocurrieron sobre las 16.10 en la esquina del paseo de Recoletos con la calle de Bárbara de Braganza. Según explicó una testigo a los policías que acudieron al lugar de los hechos, Vélez fue abordado por cuatro o cinco jóvenes que iban vestidos con cazadoras de colores y que llevaban el pelo corto. La víctima probablemente se resistió, por lo que los asaltantes comenzaron a zarandearle y a darle golpes. "Los testigos nos han dicho que los agresores eran cabezas rapadas. Pero tampoco nos podemos fiar de ese detalle, porque actualmente hay chicos que llevan el pelo muy corto y no son neonazis", señalaron fuentes de la investigación.

Tras apoderarse de sus efectos personales, los delincuentes se marcharon del lugar. La víctima cayó al suelo y probablemente sufrió un paro cardiaco. Quedó tendido boca arriba entre dos bancos, detrás de las casetas de la Feria de Artesanía de la Comunidad de Madrid. El cadáver no se veía desde la calzada, ya que el jardín forma un montículo alto en esa zona.

Un transeúnte que iba por la zona alertó a un policía que pasaba por el lugar en una motocicleta. Éste solicitó la presencia de una UVI móvil del Samur-Protección. Sus efectivos intentaron reanimar durante bastante tiempo al herido, pero al final sólo pudieron certificar su muerte.

Al lugar acudieron agentes del Grupo V de Homicidios, que comprobaron que el fallecido presentaba alguna herida en la pierna derecha y en la cabeza. En una ceja presentaba una brecha. Además, había pequeños charcos de sangre junto a la farola número 92 del paseo de Recoletos, en el barro formado junto a un árbol y en una de las patas del banco junto al que cayó Vélez. "Estas heridas se las pudo producir al golpearse con un banco o con la base de la farola durante la caída", señaló un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. "Todo está aún pendiente de lo que dictamine el médico forense, tras la práctica de la autopsia", añadieron.

Visado de turista

Vélez entró en España con un visado como turista el 2 de noviembre pasado y tenía que abandonar el país antes de final de año, según informaron fuentes policiales. La policía investigaba ayer dónde residía la víctima, ya que los asaltantes sólo le dejaron el pasaporte. Entre sus ropas no constaba la tarjeta de ningún hotel ni la dirección de algún familiar o de conocido en la capital. De hecho, ayer nadie había reclamado el cadáver, que se encuentra en el Instituto Anatómico Forense, pendiente de que le sea practicada hoy la autopsia.

Los investigadores de la Brigada de Policía Judicial intentaban localizar anoche a los testigos de los hechos, en especial, a la mujer que había presenciado el atraco, ya que los policías que llegaron primero al lugar de los hechos les dejaron marchar, algo poco habitual cuando una persona ha presenciado un homicidio. "Iban a otro servicio cuando les han avisado y no han reparado en retener a la gente que estaba junto al fallecido", argumentaron fuentes de la investigación.

De confirmarse que Félix Luis Vélez murió de forma violenta, el número de homicidios registrados en la región desde principios de año llegaría a los 63, de los que cinco se han producido en el distrito de Centro. En el mismo periodo de 2001, la cifra se elevaba hasta los 93.

Cerca de donde murió el turista puertorriqueño fue asesinado el presidente del comité de empresa del Instituto Social de la Marina, Cándido Paredes Costa, de 56 años. Su ex compañero de trabajo Raúl Gutiérrez Valbuena, de 52 años, lo mató a navajazos, dentro de la estación de Renfe de Recoletos, cuando la víctima se dirigía a su oficina el 12 de junio pasado.