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Reportaje:

Pan para hoy y hambre para mañana en Etiopía

Los envíos internacionales de ayuda alimentaria impiden el desarrollo de la agricultura etíope

Ana Carbajosa

Los envíos internacionales de ayuda alimentaria impiden el desarrollo de la agricultura etíope

"La inyección de toneladas de comida que viene de otros países en forma de ayuda humanitaria ha destruido el mercado del grano en Etiopía". La afirmación de Woldai Amha, vicepresidente de la Asociación de Economistas etíopes, es una de las muchas críticas que recibe la bienintencionada ayuda que los países ricos envían a los más pobres en situaciones de emergencia. En Etiopía, más de la mitad del trigo, el aceite, la soja y el azúcar que reparten las agencias viene de fuera, principalmente de Europa y de Estados Unidos. Llega en contenedores en las bodegas de los barcos y los más de seis millones de etíopes que temen por la supervivencia de sus hijos ven el cielo abierto cuando aparecen los camiones en sus aldeas cargados de sacos de trigo con alguna bandera occidental impresa en el esparto. Pero, para muchos, se trata tan sólo de "pan para hoy y hambre para mañana". Un elemento desestabilizador de los mercados en los que aterriza que, además, impide que el país se empeñe a fondo en salir adelante por sí mismo.

"Hay años en los que contamos con excedentes de producción, pero los comerciantes no guardan el trigo, ni compran para venderlo en años de sequía, porque saben que vendrá la comida de fuera por la que no habrá que pagar un solo bir . Los agricultores comercian con parte de la ayuda (para pagar las medicinas o los libros de la escuela) y la venden a precios muy bajos, lo que hace que el precio del grano en el mercado caiga en picado", añade Amha.

Barhan Mewa, el presidente de la Cámara de Comercio etíope, opina que parte del problema se solucionaría si las agencias internacionales compraran los alimentos en el país en el que se va a repartir. Etiopía sufre cíclicamente los azotes de la sequía, pero también hay años buenos, como el pasado, en los que sobra comida e incluso en los años malos, en los que apenas llueve, quedan zonas donde la producción sigue siendo relativamente abundante. Ni el Gobierno ni los pobres tienen dinero para comprar los excedentes, pero las agencias internacionales sí.

"Deberían comprar la comida en Etiopía siempre que se pueda. Así, los agricultores estarían incentivados para producir en épocas de buena cosecha y venderlo en épocas deficitarias", argumenta Mewa.

Las agencias aseguran que su prioridad es comprar la comida en Etiopía, pero argumentan que el problema es que no siempre alcanza los estándares de calidad que ellos exigen, lo que para Mewa y otros economistas etíopes no es más que una excusa de los ricos para dar salida a su producción, en la que invierten millones en subvenciones. "Son criterios europeos y no se dan cuenta de que nuestros estándares son otros, que el trigo que vendemos en nuestras tiendas tampoco cumple sus requisitos. Parece que no son conscientes de que distribuyen comida a personas que no tienen nada. Lo que pasa en realidad es que Europa y Estados Unidos necesitan exportar los productos agrícolas que subsidian", asegura el presidente de la Cámara de Comercio etíope, para quien no tiene sentido que el mundo industrializado les envíe comida y a la vez "destroce nuestros mercados importando productos subsidiados con los que es imposible competir".

Las organizaciones internacionales reconocen los efectos de la importación masiva de producción agrícola. "Sería inútil negar que la ayuda no produce un impacto. Sabemos que es un factor muy importante en la economía de los países a los que llega", asegura la responsable de seguridad alimentaria del Banco Mundial en Etiopía, Michelle Phillip. Pero alegan que las deficiencias del mercado agrícola etíope les impiden comprar más en el país. "Es un mercado muy precario. Apenas hay información sobre en qué zonas hay excedentes y, cuando la hay, llegar hasta allí es muy difícil por el estado de las carreteras", apunta la responsable de evaluación de zonas vulnerables del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Kaerren Hedlund.

Un etíope reparte ayuda alimentaria al norte del país a principios de este mes.
Un etíope reparte ayuda alimentaria al norte del país a principios de este mes.A. C.

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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