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Suspendidas durante un año las licencias de 18 fincas de la ladera de Collserola en Barcelona

Todos los grupos municipales han votado a favor de proteger más espacio en la montaña

Blanca Cia

Durante un año no se otorgarán licencias de parcelación de terrenos para edificar, reformar o derribar construcciones o instalaciones situadas en un conjunto de 19 fincas dispersas entre la Ronda de Dalt y el espacio ya protegido del parque de Collserola, en Barcelona. Las fincas afectadas son, en su mayoría, equipamientos privados y se sitúan en la ladera que se asoma a la ciudad desde la carretera de la Arrabassada hasta Ciutat Meridiana, en el distrito de Nou Barris. La suspensión se prolongará durante un año, tiempo en el que se estudiará cómo ampliar la zona protegida de Collserola.

Ante la evidencia de que cada metro cuadrado de esta ciudad, especialmente en la montaña de Collserola, es un bocado codiciado por los promotores inmobiliarios, y conscientes también de que la ladera del Tibidabo ha sufrido ya severos mordiscos por la fiebre constructora, todos los grupos del consistorio de Barcelona se pronunciaron ayer a favor de la medida, que persigue ampliar la protección. No obstante, CiU instó al equipo de gobierno a tener la misma sensibilidad en algunas promociones urbanísticas actualmente en marcha que suponen un daño a la montaña, como el conjunto residencial que levanta la constructora Núñez y Navaro en Torre Vilana, en la ladera de Collserola.

Las fincas afectadas por la suspensión de licencias están situadas en el límite de la trama urbana y la zona forestal ya protegida y lo que se pretende es ampliar las hectáreas en las que no se pueda edificar. Para ello, el consistorio ha encargado un estudio estratégico que servirá de base para realizar después propuestas concretas de actuación. Los objetivos del estudio son relacionar las áreas urbanas difusas con el entorno natural, mejorar la estructura urbana ya existente con criterios de sostenibilidad, garantizar la protección de los ecosistemas ante la presión urbanística y prever la necesidad de infraestructuras. Será después de realizar ese estudio cuando se determine qué iniciativas se desarrollarán y qué fincas resultarán afectadas.

La mayor parte de las fincas incluidas en el estudio son equipamientos privados. Se trata de solares adyacentes a colegios; instalaciones deportivas como Vall Parc y el polideportivo de la Fundación La Caixa, en Sarrià-Sant Gervasi; márgenes de carreteras, como la de la Guineueta, y calles, como las de Nazaret y Sant Genís dels Agudells, en Horta Guinardó. También se ve afectada la gasolinera de la carretera de la Arrabassada en Horta-Guinardó y la finca que ocupa la clínica Stauros, junto a la plaza de Karl Marx, ya en el distrito de Nou Barris.

En los últimos años el consistorio ha intentado poner freno a la tendencia de ocupar todo el territorio posible en la ladera de Collserola. Diferentes modificaciones parciales del Plan General Metropolitano han permitido recalificar 57.000 metros cuadrados de zona urbanizable como zona forestal. Pero el propio Ayuntamiento ha autorizado algunas actuaciones muy polémicas, como una urbanización de lujo en Can Caralleu. Algunos proyectos recientes se muestran más respetuosos con la montaña, por ejemplo el de las cocheras de autobuses que se están construyendo en el distrito de Horta, que se "entierran" en la montaña para minimizar el impacto sobre el paisaje.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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