EE UU devuelve a Yemen el barco con misiles interceptado por España

El buque So-San y su carga de 15 misiles norcoreanos Scud, interceptados por la Armada y el Ejército del Aire españoles en aguas del Índico el pasado lunes, continuaron ayer su ruta hacia Yemen. El Gobierno de Estados Unidos admitió que no había nada ilegal ni en el barco ni en la carga. Ari Fleischer, portavoz del presidente George W. Bush, explicó que la interceptación estaba "totalmente justificada" porque cuando se produjo, el lunes por la mañana, el Gobierno yemení no había admitido que los misiles eran para su Ejército. "Teníamos derecho a inspeccionar la carga, pero no a incautárnosla", dijo.

El ministro de Defensa español, Federico Trillo, explicó ayer que cuando un barco no se identifica, como el So-San, es considerado "pirata". Fuentes militares expresaron su perplejidad por el desenlace final de la Operación Socotora, denominada así por una isla cercana al lugar del abordaje.

La intervención española se inició el pasado jueves. Los servicios secretos estadounidenses informaron a España -al frente en la actualidad de la Task Force 150, enmarcada en la operación antiterrorista internacional Libertad Duradera- de la presencia de un buque sospechoso. EE UU había seguido, con barcos y aviones de guerra, el recorrido del So-San desde que inició su viaje en noviembre. Según la Casa Blanca, se sabía que llevaba misiles norcoreanos y se quería averiguar el destinatario. El pasado fin de semana se le preguntó a Yemen si tenía algo que ver con la carga. El Gobierno yemení dijo, según Fleischer, que no esperaba ningún cargamento de armas.

Ayer rectificó y admitió que los 15 misiles eran para su Ejército y tenían finalidad "defensiva". Por alguna razón no explicada, la Casa Blanca, que había apuntado que el destinatario final de los Scuds era Al Qaeda, la organización de Bin Laden, dio marcha atrás.