Los partos en domingo bajan el 30% por la programación hospitalaria

El parto es un acto cada vez más medicalizado y previsible. Así lo revela un informe del Centro de Estudios Demográficos de Cataluña que concluye que los hospitales programan los partos, de forma que los domingos y festivos nace el 30% menos de niños que los días laborables. Esta programación también ha alcanzado a las parejas, que tras los atentados del 11 de septiembre concibieron el 10% más de niños

El informe, elaborado por la demógrafa Anna Cabré, recoge las tendencias demográficas de Cataluña más allá del número estricto de nacimientos o tasas de fecundidad. Tras constatar que en 2001 se registró por sexto año consecutivo un incremento de la natalidad, en esta ocasión del 1,9%, el informe analiza en qué periodos y bajo qué circunstancia nacieron los bebés.

Y de él se desprenden datos como mínimo curiosos. La ya tradicional programación que hacen los hospitales para evitar partos de urgencia y en días festivos ha desembocado en una tendencia cada vez más marcada a concentrar los nacimientos entre el lunes y el miércoles (véase el gráfico adjunto). Anna Cabré explicó ayer: "El descenso de partos en domingo e incluso en sábado era algo ya palpable hace 10 años. Ahora, sin embargo, vemos que los nacimientos están disminuyendo los viernes, e incluso los jueves". Esta programación se traslada a los festivos. En Cataluña, los días con menos nacimientos son la festividad de Sant Esteve, Todos los Santos, Sant Joan, Navidad y Año Nuevo.

Concebir en vacaciones

El informe, elaborado con datos del Instituto de Estadística de Cataluña y de la empresa Caprabo, también muestra que en los últimos años se producen sistemáticos repuntes de la natalidad a finales de septiembre y a principios de mayo, que corresponden a concepciones ocurridas durante las vacaciones de Navidad y las de agosto respectivamente. Cabré atribuyó este fenómeno a "las vacaciones y la relajación que éstas comportan para las parejas", que propicia el contacto sexual con finalidades reproductivas.

Cabré también asegura que la euforia que despertó la llegada del año 2000 en parte de la sociedad, el llamado efecto 2000, acabó traduciéndose con más nacimientos. El crecimiento de los nacimientos del año 2000 fue superior al de cualquier otro año: del 7%.

Asimismo, se demostró que los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 tuvieron, en contra de las previsiones, un efecto favorable para la natalidad catalana. Durante los 10 días siguientes al 11 de septiembre, se concibieron en Cataluña el 10% más de bebés que en el mismo periodo de años anteriores, lo que el pasado junio se tradujo en 150 nacimientos más de lo que es habitual.