Se busca bedel con domingos libres

Desde hace tres semanas, el centro de mayores del distrito de Chamberí echa el cierre los fines de semana y festivos, ante el asombro general de los usuarios. Las razones no son otras que la baja del ordenanza encargado de la apertura del edificio y para el que el Ayuntamiento no ha sido capaz de encontrar sustituto.

Un cartel colocado en la puerta del centro indica a los usuarios que éste permanecerá cerrado "hasta nueva orden". Teresa, una de las socias, miraba incrédula ayer por la mañana el cartel. "Esto es increíble. Ni siquiera han avisado a los que traen la prensa y el pan", decía señalando un paquete abandonado en la puerta con periódicos y barras.

Toñi, otra de las usuarias, comentó: "Yo vengo a hacer manualidades los días laborables. Los fines de semana me acerco para tomar un cafetito, porque vivo en una residencia cercana, y así me doy una vuelta. Es una pena que esté cerrado, y todo porque no encuentran a nadie que reemplace al ordenanza enfermo".

Sin embargo, hay otras opiniones y alguna de las personas que se acercó al centro no se sorprendió demasiado al verlo cerrado e, incluso, justificó la no apertura los fines de semana. "Todo el mundo tiene derecho a descansar", mantuvo una de las ancianas. Pero para otra lo ocurrido no tenía explicación. "Mi hijo trabajaba de ordenanza en el Ayuntamiento y, si alguna vez tenía que trasladarse a otro lugar porque le necesitaban, tenía que ir, aunque no fuera donde trabajaba habitualmente", dice.

Alfredo Marchand Prados, concejal socialista de Chamberí, se presentó ayer en el centro de mayores para comprobar que continuaba cerrado. "Parece mentira que un Ayuntamiento como el madrileño, con 18.000 trabajadores, no tenga una sola persona disponible que se pueda encargar de abrir el edificio", comentó indignado. "Además", continuó Marchand, "los responsables administrativos de la Junta sólo nos dicen que hay una persona enferma, y que por eso no se puede abrir. Esa explicación no tiene sentido".

De la misma opinión es otro de los usuarios: "Es incomprensible. Además, ahora hace frío en la calle y el centro viene muy bien para tomar algo, ver la televisión o jugar una partida de cartas".

Luis Asúa, concejal del distrito, asegura que la solución está cercana. "Hemos tenido que cerrar los fines de semana y los festivos debido a que un trabajador pidió una baja de un mes. Tras consultar a los ordenanzas, ninguno podía trabajar los fines de semana. Es sólo un problema de personal", explica el edil. "Es probable que podamos poner el centro en funcionamiento mañana [por hoy]", finaliza el concejal. Los ancianos desconfían.