Robert McKee sostiene que las películas son cada vez más oscuras
El 'gurú' de los guionistas de Hollywood critica el cine europeo de hoy
Sus seminarios sobre escritura cinematográfica son famosos en el mundo entero, las principales majors le consultan y de sus talleres de guión han salido películas tan célebres como El color púrpura, El hombre elefante, Forrest Gump o El show de Truman y míticas series televisivas, entre ellas, Cheers, Colombo, Friends y Aly McBeal. Robert McKee, nacido en Detroit hace 61 años, es entre los guionistas de Hollywood un respetado gurú. Recientemente ha pasado por Barcelona, donde ha dictado varias conferencias en universidades y ha presentado su libro El guión (Alba Editorial). En él, además de desentrañar, con ejemplos, las claves de la narrativa fílmica reflexiona sobre el momento actual del séptimo arte.
En conversación con EL PAÍS, McKee ahondó en alguna de estas opiniones. Por ejemplo, la de que el cine se está volviendo cada vez más oscuro, como reflejo de la propia sociedad. "He observado que las películas están mirando hacia el lado más oscuro de la vida y que el género que predomina es el thriller. Abundan las historias contadas desde el punto de vista de la víctima que se enfrenta a un antagonista poseído por el espíritu del mal, y, si lo analizamos, nos daremos cuenta de que ésta es la dirección que sigue el mundo. Todos nos sentimos víctimas. Estamos en plena III Guerra Mundial, la del este contra el oeste, y es la peor de todas porque es una guerra de culturas y porque no tiene líneas de batalla. Hoy, te montas en un avión o te vas a un pub y no sabes si alguien te va a hacer saltar por los aires. Y la paranoia crece...".
Este maestro de guionistas es muy crítico con el cine que se hace hoy en Hollywood, pero lo es aún más con el que produce Europa. "Hollywood no tiene competidores, porque su mediocridad no lo es tanto como la del resto del mundo", lanza. Según su parecer, el problema principal del cine europeo es la falta de guionistas. "Disiento de la sempiterna queja de los cineastas europeos respecto a que su cine no despega porque el estadounidense copa las pantallas. Yo les digo: entre los años cuarenta y los setenta la situación era idéntica y, en cambio, surgieron unas magníficas cinematografías en Europa. El éxito del neorrelismo italiano, de la nouvelle vague, de Buñuel, de Saura... se basaba en la palabra escrita, en la calidad de los guiones, en las historias, bellas y sólidamente construidas".
Por ello, McKee, aun reconociendo que en Europa hay talentos cinematográficos, considera imprescindible que el Viejo Continente, "como ya hiciera en el pasado", desarrolle una cultura de guionistas que "acabe con los directores que actúan como simples caníbales de novelas". "Siempre vamos a tener que adaptar novelas", admite, "pero necesitamos guionistas con una visión original del mundo y la vida". Y, sobre todo, añade, el cine precisa guionistas que sean "antenas vivas", que perciban hacia dónde se mueve el mundo.
En su opinión, el mejor cine que se hace hoy es el asiático. "Los asiáticos no se han visto atrapados todavía por la locura comercial de Hollywood y tampoco por las pretensiones de calidad artística de Europa. Ellos se limitan a contar historias, que son no sólo potentes, sino también sutiles y ricas".
Babelia
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