Los estaciones de esquí catalanas quieren implantar el uso del casco

"El esquí, mejor con casco". Este es el eslogan de la campaña informativa y educativa que promoverán la Generalitat y las estaciones de esquí catalanas para evitar accidentes durante la temporada que comienza a pleno rendimiento este puente de la Constitución. La campaña consistirá en recordar a los usuarios, y muy especialmente a los menores de 14 años, la necesidad de utilizar el casco.

La seguridad de los esquiadores en las pistas se ha convertido en la principal preocupación de los empresarios de la nieve, que mueven un volumen de negocio cercano a 300 millones de euros anuales. La muerte de nueve practicantes durante la pasada temporada en varias estaciones del Pirineo catalán y andorrano pusieron al descubierto el desamparo de los usuarios en las pistas.

A falta de un marco legal, como existe en Estados Unidos o en varios países de los Alpes, en el que esté detallado cómo actuar y quién garantiza la seguridad de los esquiadores, los centros invernales catalanes han optado por aumentar las campañas de información y de educación entre los practicantes.

En La Masella, se oficializó ayer la campaña destinada a evitar o minimizar las consecuencias de un accidente en las pistas. A través de ella se pone en circulación un decálogo en el que se advierte al esquiador de los pasos que debe seguir para mantener su propia seguridad y la del resto de practicantes. La Administración y los gestores privados de la nieve distribuirán miles de carteles por todos los centros invernales, en los que se aconsejará la utilización del casco en las pistas de esquí.

El mensaje tendrá una insistencia muy especial hacia los menores de 14 años. También se reeditarán 100.000 ejemplares de la guía de bolsillo Control total, en la que se recoge el comportamiento que debe tener el usuario en las pistas para evitar un mal uso de las instalaciones. En la presentación de la campaña estuvieron Josep Tous, director de Consumo de la Generalitat, y Josep Pujol, presidente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y de Montaña (ACEM).

Andorra y sus cinco estaciones de esquí también se sumaron a la alternativa del uso del casco como un seguro de vida para el esquiador. Pero a diferencia de los centros invernales catalanes, que descartaron poner vigilancia en las pistas, las estaciones del Principado dieron un paso hacia adelante al confiar a los pisters la seguridad de los usuarios en las pistas. Estos vigilantes estarán dotados de autoridad para controlar a las personas, pedir documentación y retener a los infractores de las normas de seguridad hasta la llegada de la policía.