Comienza la cuarta huelga general contra Chávez
El Gobierno de Hugo Chávez afronta a partir de hoy la cuarta huelga en menos de un año, organizada por partidos opositores, la principal central sindical y la cúpula empresarial. La paralización de actividades comenzará a las 6 de la mañana sin que anoche se supiera a ciencia cierta cuánto tiempo se prolongará, aunque se estima que no será por menos de 48 horas.
Las posibilidades de que la huelga fuese suspendida naufragaron el fin de semana al fracasar los esfuerzos del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, quien intentó lograr un acuerdo mediante el cual la oposición suspendería la protesta y, en contrapartida, el Gobierno levantaría la medida de intervención del alto mando de la Policía Metropolitana de Caracas.
Chávez ha adoptado la estrategia de minimizar la huelga hasta el punto de que entre viernes y sábado viajó a Ecuador y a El Salvador, en una gira que no estaba prevista. "A esos señores que organizan ese paro, les digo como Cantinflas: 'Yo a ustedes ni los ignoro", ironizó Chávez ayer en su programa dominical de radio y televisión, Aló Presidente. "No va a pasar nada, porque el Gobierno garantizará la tranquilidad y no aceptará ningún foco de violencia porque tiene la capacidad y la voluntad para desarticular cualquier intento de perturbar la paz", dijo Chávez.
De cualquier modo, el Gobierno ha preparado un plan para contrarrestar la huelga, instalando grandes ferias para la venta de ingredientes de los platos navideños típicos venezolanos. Como en las anteriores huelgas, el Ejecutivo espera contar con el apoyo de los conductores del transporte urbano y del metro de Caracas para que la ciudad se mantenga en actividad. También confían en que funcionarán las grandes empresas estatales, aunque en las últimas semanas se ha complicado nuevamente la situación interna de la principal de ellas, Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Los observadores estiman que de la participación de la industria petrolera dependerá el éxito de la huelga. Si la alta gerencia de Pdvsa impone su actitud favorable a la paralización, la oposición tendría las de ganar, pues podría extender el paro de manera indefinida.
