Nuevo mapa sanitario

Las consecuencias de la modificación del Mapa Sanitario de Andalucía no se han hecho esperar. La reducción a algo menos de la mitad del número de distritos sanitarios supone un retroceso de la calidad de vida de los trabajadores, de sus derechos laborales y de algo que la Administración no se jacta de predicar: mejora de la calidad asistencial de los ciudadanos.

La modificación de dicho mapa se ha venido gestando con bastante oscurantismo de cara a trabajadores y usuarios del SAS, de tal modo que siendo sorprendido por su publicación en el BOP pedí, como miembro de la Junta de personal de la Zona Centro del SAS de Córdoba en su permanente del 16 de abril pasado, la solicitud de una reunión urgente con el delegado para tratar el tema: nunca se celebró.

Ahora, tras su aprobación y publicación con toda celeridad y sin más explicaciones, se está procediendo por parte de la Administración a exigir a la totalidad de trabajadores, tanto plantilla como interinos o contratados, la firma de modificación de sus nombramientos, lo que en muchos casos supone pasar de pertenecer o atender un distrito de 70.000 habitantes a otro nuevo de 300 o 350.000. Esto está suponiendo que un número importante de trabajadores, fundamentalmente interinos o contratados, estén renunciando a firmar dicha modificación, por las desastrosas consecuencias que en un futuro les puede suponer de mayor movilidad geográfica y funcional, que podría representar un alejamiento aún mayor de sus domicilios, riesgos de modificaciones laborales y retributivas, pérdidas de puestos de trabajo, etcétera. Peor aún se presenta para los trabajadores fijos, a los que simplemente se les "comunica" dicho cambio, sin ningún acuerdo o pacto personal y a los que en el futuro puede representar mayores cargas laborales, además de la posibilidad igualmente del alejamiento de su domicilio habitual.