El vuelo espacial de Pedro Duque costará al menos 14 millones, pero Ciencia y Tecnología oculta la cifra

El vuelo espacial que Pedro Duque realizará a bordo de una nave rusa Soyuz a finales del próximo abril cuesta entre 14 y 18 millones de euros que España pagará a Rusia. Sin embargo, "el Ministerio [de Ciencia y Tecnología] no proporciona la cifra", declaró ayer a EL PAÍS un portavoz del Centro para el Desarrollo Tecnológico e industrial (CDTI), de ese ministerio. "No hay interés en ocultar la cifra, con la salvedad de la confidencialidad solicitada por la Agencia Europea del Espacio y por Rusia para no comprometer las negociaciones con terceros". Ese "tercero" sería el turista, el tercer pasajero de la Soyuz que acompañaría a Duque y al comandante ruso en el vuelo. Tampoco se conoce cómo se ha gestado este viaje ni cómo se ha evaluado en España la oportunidad de hacerlo.

El precio que tenía el CDTI encima de la mesa en abril pasado, cuando negociaba con Rusia para enviar Duque al espacio, era 14 millones de euros. Italia pagó 18 millones por el vuelo del astronauta colega de Duque en la ESA, Roberto Vittori, el pasado abril. Por el siguiente de estos vuelos-taxi (así denominados porque su misión es cambiar la Soyuz como vehículo de emergencia en la Estación Espacial Internacional) Bélgica ha pagado 15,2 millones para el viaje que su astronauta Frank De Winne ha culminado el pasado día 10. En ambos casos, las cantidades abonadas por los respectivos gobiernos a Rusia han sido públicas.

Duque, que inició hace pocas semanas un entrenamiento contrarreloj en Rusia para estar listo para el vuelo en abril (la fecha considerada conveniente por la parte española en la negociación), tiene el grado de astronauta especialista de carga útil y ahora tiene que adquirir el de ingeniero de vuelo para su próxima misión. Además, el astronauta español tiene la experiencia de un viaje espacial, mientras que Vittori y De Winne se estrenaron con sus respectivos vuelos-taxi en Soyuz este año.

Esta diferencia a favor de Pedro Duque podría haber favorecido al Gobierno español en la negociación con Rusia para lograr un precio algo más bajo que Italia y Bélgica.