Bilbao encarga a Manolo Valdés una escultura para su barrio más deprimido

Bilbao La Vieja, uno de los barrios más deprimidos de la capital y actualmente sometida a un ambicioso proceso de rehabilitación, contará en una de sus plazas con una escultura de Manolo Valdés. El artista, al que el Guggenheim bilbaíno dedica estos meses una muestra antológica, y Bilbao Ría 2000 presentaron ayer el encargo.

La obra se ubicará en una plaza que se construirá sobre las vías del tren una vez ensanchado el puente de Cantalojas, en la frontera entre Bilbao La Vieja y el Ensanche. Valdés se mostró muy satisfecho con el encargo porque Bilbao Ría 2000 ha aceptado su sugerencia de que la obra se ubique en un lugar peatonal. El artista valenciano, afincado en Nueva York, dijo que seguirá con atención las obras de construcción de la plaza para "decidir la escala y el motivo". Adelantó, no obstante, que baraja esculpir "una de esas grandes cabezas" que le caracterizan que "medirá entre 3,5 y 4 metros".

"No quiero que esté sobre un pedestal, sino que se convierta en algo afín a los vecinos. Si dentro de unos años la escultura ha perdido la pátina porque los vecinos la tocan lo consideraré un éxito", declaró en la conferencia de prensa que dio en la sede de Bilbao Ría 2000.

Su Consejo de Administración prevé aprobar el mes próximo la construcción de la plaza que albergará la pieza de Valdés. Las obras empezarían en febrero, según el alcalde, Iñaki Azkuna. Abandoibarra y la plaza frente al Euskaduna ya albergan otras esculturas compradas por Bilbao Ría 2000.