Barcelona pierde 500.000 turistas por no tener aeropuerto intercontinental
El Ayuntamiento califica de "injusto" que la ciudad carezca de vuelos transatlánticos
Barcelona ha vuelto a batir un récord histórico de visitantes durante este otoño, con un incremento del 32% respecto al mismo periodo del año pasado, pero todavía recibiría más turistas si tuviera un aeropuerto intercontinental. En concreto, atraería a 500.000 turistas más cada año, aseguró ayer el vicepresidente de Turismo de Barcelona, Jordi Portabella, quien manifestó que es "una injusticia" que la ciudad carezca de un aeropuerto intercontinental.
"La falta de vuelos intercontinentales nos impide desarrollarnos en plena competencia", manifestó Portabella. En su opinión, uno de los principales beneficiarios de esta carencia es la ciudad de Madrid, porque recibe a los turistas de cruceros que tienen como destino final Barcelona pero, al no poder volar directamente, pasan una noche en hoteles de la capital española. Portabella señaló que la actual capacidad del aeropuerto de Barcelona es fruto de una decisión política que tiene un efecto "pernicioso" sobre la economía de la ciudad, y aseguró que el mercado aéreo está "intervenido" en su contra.
Pese a las críticas, dirigidas al Ministerio de Fomento sin mencionarlo, Portabella presentó los resultados del aeropuerto de Barcelona, que durante los meses de septiembre y octubre ha registrado un crecimiento del 6%, con casi cuatro millones de pasajeros. El Prat se sitúa así como el segundo aeropuerto mundial en expansión, por detrás de Pekín.
Dentro de los indicadores turísticos la de los cruceros es precisamente una de las actividades que más ha crecido en los meses de septiembre y octubre, con 238.170 cruceristas que representan un incremento del 39,2% respecto al mismo periodo del año pasado. Esta cifra sitúa de nuevo a Barcelona como primer puerto de cruceros del Mediterráneo y entre el top ten mundial.
"Barcelona está viviendo el mejor otoño de la historia, con una actividad turística sin precedentes que ha superado incluso a los meses de verano". Así de entusiasta se mostró ayer el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Portabella, durante la presentación de los indicadores turísticos de los meses de septiembre y octubre. En el último bimestre, la ciudad registró 1.669.958 pernoctaciones, el 17% más que en el mismo periodo del año pasado, y recibió 751.655 turistas, que suponen un incremento del 32,8%.
En esos dos meses la ocupación hotelera fue del 87,6%, seis puntos por encima de la registrada en 2001. Se trata de un dato positivo que "demuestra que la ciudad es capaz de llenar las 2.786 camas de hotel que se han creado en el último año", según señaló Portabella.
Mirando con más detalle este periodo, el mes de octubre ha batido el récord dentro del récord, porque se ha convertido en el mejor mes turístico de todos los tiempos y ha superado al pasado mes de julio: 857.558 pernoctaciones frente a 844.940.
A la vista de estos datos, Barcelona "ha superado los efectos que los atentados del 11 de septiembre tuvieron sobre la actividad turística a nivel mundial", según Portabella. En su opinión, las claves del éxito de la ciudad son "la apuesta por el turismo de proximidad, procedente de otros puntos de España y de países europeos, y los efectos beneficiosos del Año Gaudí". "Además se ha logrado un buen equilibrio entre el turismo vacacional y el de negocios, que han crecido en paralelo", añadió.
Descentralización
Respecto a los retos de la ciudad, Portabella explicó ayer que, una vez que se ha logrado que los turistas visiten Barcelona durante todo el año y no sólo en verano, Turismo de Barcelona se ha planteado descentralizar la actividad turística dentro del territorio de la misma ciudad.
Actualmente las visitas se concentran principalmente en torno a Ciutat Vella, el Eixample y otros puntos muy concretos, como el parque Güell, el anillo olímpico de Montjuïc y el Camp Nou. Pero con vistas al futuro se potenciará la oferta turística de todos los distritos más allá de las rutas convencionales.
La idea es que cada uno de los 10 distritos tenga algún atractivo turístico o cultural capaz de captar nuevos visitantes. Por ejemplo, explicó Portabella, se podría apostar por dar a conocer la sierra de Collserola.
Las prospecciones indican que las perspectivas para los próximos años son igualmente positivas. Portabella vaticinó que el Año Gaudí, que conmemora el 150º aniversario del nacimiento del arquitecto, continuará atrayendo el turismo internacional y "sus efectos se prolongarán en el futuro".
El año que viene ha sido declarado Año del Deporte y la ciudad será escenario de importantes competiciones internacionales, como los Campeonatos Mundiales de Natación, la Copa de Europa de hockey y los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos. Y el siguiente será ya 2004, el año del Fòrum de les Cultures, que está concebido como un gran acontecimiento capaz de atraer millones de personas. Turismo de Barcelona inició ayer una gira de promoción de estos eventos por Copenhague, Oslo y Estocolmo.
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