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IRREGULARIDADES EN LA ADMINISTRACIÓN CATALANA

Televisió de Catalunya fue obligada a reducir los fondos propios para equilibrar sus cuentas

La Sindicatura de Cuentas recomendó a Televisió de Catalunya (TV-3) que redujera de sus fondos propios los 18.814 millones de pesetas obtenidos mediante créditos bancarios desde 1997 a 1999. TV-3 había computado esta cantidad como ingresos al considerar que los créditos estaban avalados por la Generalitat de Cataluña. A pesar de ello, la sindicatura considera esta práctica una irregularidad contable y así figura en su último informe fiscalizador de la televisión catalana.

En 1997 la Generalitat dejó de otorgar a TV-3 subvenciones directas a la explotación. A cambio se comprometió a avalar -e incluso a pagar finalmente- los créditos que solicitara la televisión pública catalana. En tres años, TV-3 pidió a los bancos un total de 18.814 millones de pesetas que contabilizó como una subvención en su balance. Pero la sindicatura considera que estos préstamos no representan un ingreso como tal y "por tanto tampoco generan un derecho de cobro".

La televisión computó como ingresos los avales bancarios de la Generalitat

Por este motivo, según consta en su informe, la sindicatura recomendó que estas cantidades se redujeran de los fondos propios (capital social menos pérdidas de ejercicios anteriores) de TV-3 a pesar del desequilibrio patrimonial que ello comporta.

Contrariamente a este criterio, las auditorías externas de TV-3 avalaron esta práctica por considerarla una "situación transitoria" y debido a la "evidente dependencia económica, actual y futura, de Televisió de Catalunya de estos ingresos que la Generalitat deberá desembolsar".

Con el objetivo de solucionar el desequilibrio patrimonial, en junio de 2001 el entonces director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) y de TV-3, Miquel Puig, firmó un documento privado por el cual la CCRTV se subrogaba el crédito de la televisión pública.

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El informe de la sindicatura de enero de 2002 exige el cumplimiento de este pacto. En este sentido, los síndicos recuerdan que la ley de presupuestos de 2002 ya incluía que la CCRTV se subrogase todos los créditos adquiridos por sus empresas filiales, es decir, TV-3 y Catalunya Ràdio. TV-3 consideró como activos los avales de la Generalitat de Cataluña hasta el presupuesto de 2001.

Siguiendo esta misma pauta contable, la televisión catalana computó como ingresos extraordinarios parte de las aportaciones del Gobierno catalán para enjugar su déficit. La Generalitat otorgó a finales de 1999 un total de 17.920 millones de pesetas, de los cuales 8.645 se contabilizaron como ingresos.

La sindicatura cree irregular esta práctica ya que TV-3 hubiera tenido que contabilizarlos como fondos propios y no como ingresos. Si se hubiera realizado de esta forma, los síndicos creen que los fondos propios tampoco se habrían visto alterados.

Auditorías

En el informe de la sindicatura de 1998 y 1999, se recomienda además al departamento de auditorías internas de TV-3 que cumpla con sus funciones específicas y que no haga tareas de apoyo administrativas, tal y como reconocen en un documento los directivos de la televisión pública. De este modo, aprecia la sindicatura, el área de auditorías "podrá verificar el cumplimiento de los procedimientos contables y de gestión, así como hacer las propuestas de mejora que considere oportunas".

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