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IRREGULARIDADES EN LA ADMINISTRACIÓN CATALANA

La sindicatura halla un caos en las cuentas del Servicio Catalán de Tráfico

Se ingresaron multas ya prescritas y otras se dejaron de cobrar

Caos en las cuentas del Servicio Catalán de Tráfico (SCT). Un informe de la Sindicatura de Cuentas ha desenmascarado un cúmulo de irregularidades contables y de funcionamiento interno del SCT en el ejercicio de 2000, el primer año en que la Generalitat se hizo cargo de las competencias de tráfico transferidas por el Gobierno central. Millones de pesetas en multas sin cobrar, recaudación de sanciones ya prescritas, ausencia de registros internos o contabilidad errónea son algunas de las anomalías que ha hallado la sindicatura.

El SCT declaró en 2000 un déficit de 157 millones, que la sindicatura eleva a 401

El informe de la sindicatura -organismo que fiscaliza las cuentas de la Generalitat- corresponde al año 2000, el primer ejercicio en que el Gobierno catalán asumió la gestión de las multas de tráfico, la principal fuente de ingresos del SCT. Los resultados de la auditoría no dejan lugar a dudas sobre el desbarajuste organizativo del SCT y la falta de criterios para llevar una contabilidad acorde con la legislación.

Las anomalías afectan no sólo al funcionamiento interno del SCT sino también a sus relaciones con el Departamento de Economía, esencial para el cobro efectivo de las sanciones de tráfico.

Todas estas irregularidades inciden, según la sindicatura, en el déficit del SCT, que no es de 157 millones de pesetas como figura en la liquidación presupuestaria librada, sino de 401 millones.

- Multas. El capítulo de sanciones es el que presenta mayor número de irregularidades, según la Sindicatura de Cuentas. El SCT utilizó criterios contrarios a la normativa vigente para considerar prescrita una sanción ya que contaba mal los plazos de tramitación. De esta manera la Generalitat cobró multas ya prescritas y a la vez dejó de ingresar otras que no lo estaban. En el año 2000, el SCT dejó de ingresar más de 44 millones de pesetas porque la sanción ya había caducado, una cifra que en 2001 se disparó hasta los 118,6 millones de pesetas.

Este organismo también dejó de ingresar 372 millones de pesetas porque los expedientes sancionadores caducaron antes de que fueran firmes. Al mismo tiempo, deberá devolver otros 75.000 euros (12,5 millones de pesetas) en multas por cobro irregular.

El SCT achaca alguna de las anomalías al Departamento de Economía y Finanzas, al que culpa de no aceptar ciertos expedientes sancionadores para iniciar la vía ejecutiva, pero carece de un documento oficial que demuestre este extremo. En otros casos, se excusa en el inadecuado sistema informático. La sindicatura denuncia en su informe la falta de colaboración del SCT ya que no le remitió toda la documentación requerida, por ejemplo los expedientes de anulación de multas.

- Prestación de servicios. En este apartado se recogen las irregularidades halladas en el cobro de tasas por la prestación de servicios extraordinarios por parte de los Mossos d'Esquadra, como por ejemplo la escolta de transportes especiales o la regulación del tráfico en pruebas deportivas. La sindicatura denuncia que el SCT cobraba estos servicios al contratante pero no le daba un recibo de justificación, tal como es preceptivo según la legislación. De este modo se impedía que el usuario pudiera presentar cualquier reclamación. Además, el SCT incluía como una tasa los gastos correspondientes a las dietas de los Mossos d'Esquadra.

El SCT cobró 1,6 millones de pesetas en concepto de otras tasas sin emitir recibo al pagador.

- Nóminas. El Gobierno central traspasó las competencias de tráfico a la Generalitat el 1 de diciembre de 1999 y le cedió un total de 104 funcionarios. Pese a ello, el Gobierno central se hizo cargo de la nómina de diciembre de todos estos trabajadores, por un importe de 27,5 millones de pesetas. La cuota patronal de estas nóminas no quedó reflejada hasta la liquidación de los presupuestos del SCT de 2001.

Por otra parte, el SCT tuvo que hacer frente a facturas por un valor de 62,2 millones de pesetas correspondientes a 1999.

- Otras irregularidades. La sindicatura aporta otros datos que evidencian el descontrol que imperaba en el SCT en el año 2000. Por ejemplo, señala en su informe que este organismo desconocía la procedencia de unos ingresos por un montante de 26,5 millones de pesetas.

En otro apartado se indica que en el año 2000 el SCT anotó en tres capítulos contables diferentes las comisiones bancarias por el cobro de sanciones con tarjetas de crédito. Algunas veces las incluían en el capítulo 2, otras en el 3 y otras figuran en los presupuestos de 2001.

La sindicatura apunta además otras anomalías, como el incremento en un 55% del presupuesto de unas obras; el incumplimiento de los trámites en los contratos de urgencia o el retraso en el pago a empresas proveedoras.

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