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Reportaje:

Se alquila teatro, se ofrece museo

Los espacios dedicados a la cultura sirven de sede para actos empresariales

Isabel Pantoja actuaba hace unos días en el Liceo gracias a Radio Tele Taxi, Editorial Planeta entregraba el 18 de octubre su millonario premio en la Sala Oval del Palau Nacional de Montjuïc, TVE y TV-3 formalizaban públicamente el nacimiento del Canal Fòrum en el Palau de la Música y, mientras, una escuela de artes marciales instalaba en el Museo Etnológico una exposición sobre técnicas ninjas. Estos casos son sólo un ejemplo de cómo las instituciones privadas van ocupando espacios públicos dedicados a la cultura para promocionar sus actividades empresariales. Todo gracias a la posibilidad que se les ofrece de alquilar las instalaciones de teatros y museos aproximadamente por unos 12.000 euros diarios (unos dos millones de pesetas). Sólo el TNC ha alquilado en 193 ocasiones sus instalaciones desde 1998, mientras que la sede en Montjuïc del MNAC se alquila unas 60 veces cada año.

Las instalaciones del Liceo son ocupadas por empresas unas 70 veces al año
Arrendar durante 24 horas la Sala Oval del MNAC tiene un precio de 13.800 euros

La ecuación es sencilla, los centros culturales necesitan dinero para financiarse y las empresas saben que el prestigio social ganado por estas instituciones ayuda a que sus actividades tengan mayor repercusión, tanto entre sus clientes como en los medios de comunicación. "Estos fondos ayudan a realizar más actividades propias y de mayor calidad. Se trata de ingresos llegados desde particulares que revierten en toda la sociedad", señala Amàlia Llabrés, del departamento de servicios culturales del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

Lo esencial, coinciden en señalar desde todas las instituciones, es que la actividad del particular no interrumpa el funcionamiento normal del centro. Así, el TNC recomienda alquilar las instalaciones los lunes, día en que permanece cerrado al público. "Si eliminamos los días de función, de ensayo y de compromisos con los mecenas, resulta realmente complicado encontrar una fecha para contratar la Sala Grande del Liceo; apenas pudieron realizarse cuatro conciertos en tres años fuera de la programación organizada por el teatro", puntualiza el gerente del centro operístico, Jordi Alier. Más fácil, y económico, resulta disponer de un hueco en el Salón de los Espejos, el Foyer o el vestíbulo histórico, cuyo precio de alquiler oscila entre los 1.200 y los 4.200 euros. Arrendar la Sala Grande tiene un coste de 12.000 euros. El teatro alquila sus instalaciones unas 70 veces al año.

También existe un acuerdo no escrito a la hora de fijar qué tipo de actividades pueden realizarse en cada centro. En la mayoría de los casos se trata de presentaciones de nuevos productos, rodajes y promociones publicitarias. El Liceo, por ejemplo, exige que se trate de actividades "culturales, sociales o económicas". Por el contrario, en el CCCB aceptan también actos políticos, seminarios o cualquier tipo de exposición, sin fijarse en su temática. "Nunca le hemos puesto trabas a ninguna institución, ni existe ningún control sobre los contenidos de actividades privadas. Otra cosa es que el CCCB actúe como colaborador de ese acto, donde el control ya es absoluto", aclara Llabrés.

"No vamos a realizar ningún tipo de censura sobre el contenido del acto", se señala desde el TNC, aunque para disponer de este espacio, al igual que en el resto de las instituciones consultadas, existe una supervisión previa por parte de los gestores del centro cultural.

El procedimiento para disponer del MNAC se complica aún más, ya que una comisión debe revisar las características de cada acto que allí se realiza. "Nunca puede realizarse durante el horario de apertura del museo, no debe vincularse al MNAC con la marca que alquila sus instalaciones y la empresa debe remitir un detallado informe para conocer qué es lo que va a realizarse aquí", apunta desde el museo Marina Ruiz. Lo mínimo que hay que desembolsar para disponer de la Sala Oval del Palau Nacional durante un día es 13.800 euros.

Contar como escenario para un acto privado con un edificio declarado Patrimonio de la Humanidad, como es el Palau de la Música, tiene un coste mínimo de 8.900 euros para ocupar durante cuatro horas su sala de conciertos. A esto hay que sumar el tiempo que se ocupe la sala para el montaje y los ensayos, además de los servicios del equipo técnico del teatro. "Esta es una institución abierta a cualquier tipo de música y nunca nos hemos visto obligados a darle a alguien el no", dice Ana Morente desde el Palau, donde "permanecemos abiertos a cualquier posibilidad".

Lo que no siempre resulta tan fácil es separar el acto que allí se realiza del nombre y el prestigio conseguido por la casa que lo acoge. Los encargados de alquilar los espacios se esfuerzan por aclarar que es prácticamente inexistente la posibilidad de una confrontación entre el espíritu de la casa que los acoge y la empresa a la que alquilan el local. Pero tampoco saben aclarar qué tipo de acto sería inadmisible en sus recintos; "habría que analizar caso por caso y, de todas formas, la última palabra siempre la da el director", señalan desde el TNC.

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