La renovación tecnológica sitúa el mármol alicantino a la vanguardia mundial del sector

El sector del mármol alicantino, uno de los más potentes del mundo, ha cerrado un quinquenio de renovación tecnológica con una inversión que supera los 120,2 millones de euros. Las empresas de la comarca del Vinalopó Mitjà son ya referentes internacionales de innovación tecnológica, por encima de competidoras tradicionales como Italia. La amortización de ese esfuerzo en inversión, sin embargo, no acaba de llegar debido a la desfavorable coyuntura internacional. El año se cerrará con una caída del 8% en las exportaciones, según la previsión del sector.

A pesar de la inversión, la crisis económica internacional pasará factura y reducirá este año las exportaciones al 8%, según la estimación de la Asociación Provincial del Mármol de Alicante (APMA). El sector del mármol en Alicante emplea a unas 8.500 personas directamente y a otras 24.000 de forma indirecta.

La inversión en tecnología se ha centrado en todos los procesos productivos con la compra de maquinaria fundamental: grúas para las canteras, corta-bloques e instrumental para la línea de pulidos. Según el gerente de la APMA, Juan Fernando Guillén, la decisión de renovarse se tomó hace cinco años. "Aquella apuesta se adoptó siguiendo al pie de la letra el dicho de modernizarse o morir". Ahora, el sector ocupa el puesto de cabeza en cuanto a maquinaria y tecnología de última generación, incluso por encima de los principales competidores como Italia. "Aunque ellos nos aventajan en producción y exportación, hemos reducido la diferencia a la mínima expresión en los últimos años", apuntó Guillén.

El gerente de la asociación recalcó que el nivel tecnológico alcanzado por el sector alicantino tiene especial importancia debido a que Italia es el principal fabricante de maquinaria para el sector de la piedra y el mármol. El 50% de la producción nacional se concentra en las localidades de Pinoso, Monforte del Cid, Monóver, La Romana, y, en especial, de Novelda. El sector alicantino alcanza buenas cotas de relevancia en la exportación nacional, que alcanza el 77% del total.

La reconversión tecnológica ha sido sensible con el medio ambiente. Unos tres millones de euros de inversión han servido para construir depuradoras de los detritus producidos en el aserrado de la piedra, que permiten recuperar entre un 70% y un 80% del agua, un bien deficitario en el sur de Alicante.

Áun hay trabajo pendiente, como la construcción de una planta de secado de lodos y un depósito de vertidos. Estas instalaciones valdrían para reciclar sobras del proceso productivo en cementos, detergentes y pinturas.

Pero el final del denominado quinquenio inversor en el sector ha coincidido fatalmente con la última crisis económica mundial que ha sembrado el temor entre los empresarios. Según Guillén, "es necesario crecer en niveles de producción entre un 7% y un 8% para poder recuperar la inversión realizada". En caso contrario, algunas de las 80 empresas asociadas quebrarían sin remedio. Aunque la producción superará este año los niveles de 2001, la exportación responderá de manera negativa con respecto a los últimos años. Las previsiones indican que caerán entre un 8% y un 10% a finales de año.