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Columna
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Cataluña

No conozco ninguna razón de peso por la que se pueda dudar de la seriedad científica del CIS y, por tanto, tampoco de su nueva encuesta sobre Instituciones y Autonomías que tanto se está comentando en estos últimos días. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de su buen gusto, algo que también afecta a la ciencia, porque llega a unas conclusiones sin ofrecer al público ni el conjunto de los datos directos, ni el modelo de estimación que emplea para predecir el comportamiento de los ciudadanos. Sencillamente, utiliza el argumento de autoridad, somos serios luego deben creernos. Pero si quieren ser científicos, lo que ya es una vulgaridad en los tiempos actuales, están obligados a reflejar públicamente todo el argumento, para que cualquier otra persona pueda llegar a las mismas conclusiones con los mismos datos. No lo hacen y por eso se puede pensar que el CIS tiene rigor pero carece de estética.

Por otro lado, todos los políticos y analistas se lanzaron a mirar obsesivamente la última página, justo donde aparece la estimación de voto, lo único que les interesa según parece. Sin embargo, hay mucho más. Por ejemplo, este mismo periódico señaló el dato curioso de que la política del agua y los trasvases casi no preocupan nada en esta Comunidad, apenas medio punto. También destaca que los valencianos opinan que éste es el mejor lugar para vivir, algo que sólo ocurre en otras seis comunidades. Más que autoestima, parece etnocentrismo, porque la primera implica una cierta valoración de uno mismo al margen de los demás, mientras que el segundo supone tener algo superior frente a los otros. Dicho de otra manera, se puede tener una mala opinión de uno mismo, baja autoestima, pero tener una opinión mucho peor de los demás.

En cualquier caso, Cataluña es la más sorprendente en estos resultados. Es la única, absolutamente la única, que resulta elegida por otra Comunidad como lugar en que se vive mejor. Ninguna otra sale preferida en primer lugar. Y no es una, ni dos, ni tres autonomías, sino que son doce las que piensan que allí se vive mejor, además de ella misma. Se podría decir, simplemente, que es verdad, que en Cataluña se vive mejor. Puede que sea así, pero parece que hay algo más.

¿Saben cuáles son las que opinan que Cataluña no es la más deseable? Para empezar, Valencia y Baleares que se eligen a sí mismas, seguramente por competición entre vecinos muy afines. Tampoco lo hace Madrid, pero eso debe ser por geometría, el centro es el centro. Y luego están Navarra, País Vasco y La Rioja, que también piensan que viven mejor que en cualquier otro sitio, es decir, en el mejor de los mundos. El resto de la geografía se orienta de forma unánime hacia Cataluña.

Como se puede ver, los resultados del CIS dan para mucho más que para el reparto de votos entre partidos políticos, a pesar de las pocas facilidades que nos conceden para pensar por nuestra cuenta y riesgo. A la espera de conocer el modelo mágico de estimación que predice nuestra conducta, al menos sabemos ya que los encuestados tenemos dos grandes opciones vitales, o mirarnos el ombligo o pensar en Cataluña.

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