Lo que pasa por casa
Vivo desde hace años en Alemania y siempre que puedo compro el periódico. No es lo mismo echar una ojeada en Internet que tener entre las manos ese objeto de papel que es útil y molesto a la vez.
Una se pasa un buen rato leyendo, dónde y cuándo le place, determinadas columnas, se entera -a veces- de lo que pasa por casa, tiene de qué hablar con los amigos y los alumnos.
Pero el periódico también molesta, por ejemplo, al vecino cuando lo abres en el metro, y al mismo lector, que sale de la lectura con los dedos negros... pero con gusto. A veces. El lunes 18 de noviembre, fue uno de esos días en los que fui expresamente a por uno al quiosco de prensa internacional más cercano, en esta ocasión Berlín, Alexanderplatz. Era EL PAÍS, y no pude leerlo hasta llegada la noche. Ya tranquila, en el sofá, recordé el susto que me había llevado al mirar el titular de una de las noticias de la portada: el ministro de Defensa declara la inmigración ilegal una amenaza para la seguridad nacional. Me echo a temblar al pensar en qué estará pensando Trillo cuando habla de una posible intervención del Ejército en el asunto.
La cosa es que, a medida que pasaba páginas, no sabía si reír o llorar por "lo que pasa por casa", y cito aquí sólo una breve muestra de desastres: son catastróficas las consecuencias del último siniestro de un petrolero frente a las costas de mi tierra (ya nos tienen acostumbrados a los gallegos, qué tristeza); el vicepresidente del Gobierno anuncia que el caso Gescartera se cerrará sin consecuencias políticas; diversos colectivos se oponen a la última ley de reforma educativa, que propicia más aún la inmadurez intelectual de los alumnos en todos los sentidos..., y, para colmo, el Gobierno de Cantabria ha distribuido "con gran éxito" por toda la comunidad una agenda escolar llena de falacias, muestras de carencia de la más elemental cultura general y faltas de ortografía del calibre de Valladoliz o Córdova. A principios de diciembre, el Estado federado de Baden-Württenberg y la Embajada de España ofrecen su curso anual conjunto de formación del profesorado de castellano en Alemania, en el que estoy inscrita. El tema de este año es Señas de identidad de la España actual. ¡Uf!
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