Rubí paraliza la construcción de una línea eléctrica de 25.000 voltios

El municipio que abandera el movimiento para el desvío y soterramiento de las líneas eléctricas, Rubí (Vallès Occidental), ha estado a punto de añadir una línea más de 25.000 voltios en uno de los barrios más castigados por la electricidad.

Según el concejal de Vía Pública, Joan Basses, todo ha sido culpa de "una falta de coordinación entre los departamentos de Obras y Servicios y Vía Pública". Los departamentos están en el mismo edificio, uno al lado del otro. Pero mientras el primero negaba el permiso para empezar las obras, el segundo daba las correspondientes licencias a Fecsa-Endesa. Basses ha asegurado que esto "no volverá a suceder" y que ya se han tomado medidas. La primera, que a partir de ahora el que dé el visto bueno será una comisión cuyo objetivo será controlar las líneas eléctricas.

Si finalmente no se da el permiso a Fecsa, es por una cuestión de "sensibilidad", según Basses, hacia los ciudadanos de un barrio cuyo cielo es un verdadero enjambre de líneas. Basses afirma que se estudia un trazado alternativo fuera del núcleo urbano. Ésta es la explicación que ayer dio el Ayuntamiento. Pero lo cierto es que la alarma saltó cuando los vecinos vieron que empezaban las obras de una nueva línea de alta tensión.