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Rato multa al HSBC con 2,1 millones y dice que la justicia depurará el 'caso Gescartera'

El vicepresidente se compromete a enviar en breve al Congreso el expediente sancionador

Rodrigo Rato, vicepresidente segundo del Gobierno, anunció ayer en el Congreso que ha impuesto una multa de 2,1 millones de euros (349 millones de pesetas) al banco HSBC por "tres infracciones graves" de la Ley de Blanqueo de Capitales por mantener 138 cuentas opacas en España. El ministro de Economía comunicó ayer al HSBC la multa, que va acompañada de una amonestación pública. Por la tarde, Rato precisó que la sanción no pone fin a "las actuaciones de depuración de posibles responsabilidades en la vía penal en relación con Gescartera y otros casos". El PSOE replicó que Rato debió de inhibirse de actuar porque el asunto afecta a "intereses personales suyos".

El 27 de octubre del año pasado, el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, informó a la comisión de investigación sobre Gescartera que había descubierto que el HSBC mantenía 138 cuentas opacas por un importe global de 67,86 millones de euros (11.291 millones de pesetas). Desató un terremoto político porque mantener ese tipo de cuentas en España vulnera la Ley de Blanqueo de Capitales; porque el HSBC era el banco de referencia de Gescartera, y porque esa entidad había concedido un crédito de 525 millones de pesetas a la empresa Muinmo, propiedad de la familia Rato. Caruana calificó esas cuentas de "actuaciones pintorescas, curiosas y preocupantes" del HSBC, y sostuvo que nada tenían que ver con Gescartera.

Hubo que esperar hasta el 6 de marzo para que la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales iniciara un expediente contra el HSBC por esas 138 cuentas opacas. La Comisión de Blanqueo concluyó su investigación en septiembre, lo comunicó al HSBC y elevó al Banco de España una propuesta de sanción que, según precisó ayer Rato, era la mitad de los 2,1 millones de euros finalmente impuestos al banco británico.

El vicepresidente desglosó la sanción en la comisión de tres infracciones graves de la ley de Blanqueo. La primera es la "ausencia de identificación de clientes", en contra de lo que exige el artículo 3,1 de la ley. En concreto, la norma exige a las entidades bancarias que, además de identificar a sus clientes, "recaben la información precisa" cuando "existan indicios o certeza" de que éstos no "actúan por cuenta propia". Por no identificar a los clientes de las 138 cuentas, la multa es de 925.000 euros.

La segunda infracción, multada con 300.000 euros, castiga al HSBC por "infringir la obligación de realizar un examen especial de operaciones inusuales o con sospechas de blanqueo".

La tercera, castigada con una multa de 875.000 euros, obedece al incumplimiento del artículo 3.7 de la misma ley, que exige "establecer procedimientos y órganos adecuados de control interno y de comunicación a fin de prevenir e impedir la realización de operaciones relacionadas con el blanqueo de capitales".

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Amonestación pública

El castigo a las sanciones graves está recogido en el artículo 7.1 de la ley, que permite elegir entre amonestación pública o privada. El Gobierno ha optado por la amonestación pública, lo que contrasta con la política seguida en la CNMV durante el mandato de Pilar Valiente. Entonces restringió al ámbito privado esas amonestaciones, lo que fue muy criticado tras estallar el escándalo de Gescartera.

La multa, según la ley, tiene un importe mínimo de un millón de pesetas, y un máximo que "podrá ascender hasta la mayor de las siguientes cifras: el 1% de los recursos propios de la entidad; el tanto del contenido económico de la operación más un 50%, o 25 millones de pesetas".

Para ver esa sanción máxima hay que tener en cuenta que el "contenido económico de la operación" es, según dijo el gobernador del Banco de España, de 67,86 millones de euros. Habría que saber a cuánto ascienden los recursos propios de la filial española del HSBC para calcular el 1% de sus recursos propios.

Rato difundió en el Congreso de los Diputados la sanción al HSBC al responder a una pregunta del diputado popular Andrés Ayala. Como el tiempo de intervención está tasado a dos minutos y medio, el vicepresidente se quedó a mitad de respuesta con los papeles en la mano. Ya en los pasillos, a preguntas de los periodistas, leyó el final de su respuesta.

Entonces aseguró que este expediente sancionador "no determina que hayan finalizado las responsabilidades en el caso Gescartera y en otros. Hay un procedimiento judicial en marcha y se ha dado trámite a la Fiscalía y a la Agencia Tributaria" para que actúen en consecuencia.

Rato se comprometió a remitir inmediatamente al Congreso, como le ha pedido el PSOE, el informe de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales que ha concluido con esta sanción.

Posteriormente, portavoces del PSOE señalaron que el vicepresidente debía haberse inhibido de participar en la sanción al HSBC ya que tiene interés personal al haber recibido un crédito personal de esa entidad, y adujeron al respecto la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y el Procedimiento Administrativo Común. Su artículo 28.2.a señala como caso de inhibición: "Tener interés personal en el asunto de que se trate o en otro en cuya resolución pudiera influir la de aquél; ser administrador de sociedad o entidad interesada o tener cuestión litigiosa pendiente con algún interesado". Rato se ha inhibido de participar en otros asuntos con los que podía tener cercanía personal.

Los socialistas señalan, además, que la sanción impuesta por Economía es muy liviana e insignificante para una entidad de la potencia del HSBC. Durante la pasada semana, el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, inquirió al Gobierno sobre el caso Gescartera, en particular al vicepresidente segundo. Los socialistas ya han tramitado la petición de una comisión de investigación sobre este caso, si bien Caldera subraya que "el nudo que hay que desenredar está en el HSBC".

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