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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Capítulos de literatura portuguesa

Tras los pasos de la celebrada compilación de Richard Ford, Antología del cuento norteamericano (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2002), aparece hoy este volumen al cuidado de João de Melo, en cuya nómina de grandes escritores portugueses, que avalan la antología, tan sólo se echa en falta a António Lobo Antunes (1942), cuya ausencia se justifica sin dificultad porque el autor de Esplendor de Portugal no ha contribuido al género del cuento si bien no sería descabellado admitir que valen por cuentos algunos de los textos del Livro de Crónicas (Dom Quixote, Lisboa, 1995), 'A propósito de ti' o 'A solidão das mulheres divorciadas', fábulas de autoficción que hablan de soledad, evocadoras de su juventud en la sórdida Lisboa de Salazar.

ANTOLOGÍA DEL CUENTO PORTUGUÉS

João de Melo (editor) Traducción de Mario Merlino Alfaguara. Madrid, 2002 598 páginas. 19,90 euros

Abre la antología el cuento

de Alexandre Herculano, 'La dama con pies de cabra', espigado de Lendas e narrativas (1851), cumpliendo con las expectativas que pueda tener el lector ante un relato romántico, ofreciéndole un marco legendario en el que conviven la tradición oral, la superstición y el submundo luciferino, trayendo a la memoria cuentos de Espronceda y algunos textos neorrománticos del ciclo gallego de Valle-Inclán. La transición al realismo la pone de manifiesto el cuento de Camilo Castelo Branco, '¡Cuánto lo amaba!, de Noites de Lamego (1863), anclado aún en una atmósfera romántica y ya deudor de la poética realista, a la que contribuye el inacabable talento de Eça de Queiroz, escrupuloso crítico de las costumbres, con el modélico 'Rarezas de una muchacha rubia', de Contos (1902), uno de los chef d'œvre de la antología. Del fecundo modernismo portugués se asoman al volumen los cuentos 'El hombre de los sueños', ejercicio de estilo decadentista extraído de Céu em fogo (1915), de Mário de Sá-Carneiro, y 'La tortuga', extraña parábola lírica del célebre pintor Almada Negreiros, ambos autores hermanados por Pessoa y el espíritu radical de la revista Orpheu. De la introspección monológica y psicoanalítica de los autores que nacieron a la vanguardia alrededor de la revista Presença da fe el cuento de José Regio 'El camino', cercano en letra y espíritu a las prosas de Bergamín y de la rehumanización de los autores de 1927. El compilador elige después, del periodo comprendido entre el neorrealismo y la Revolución de los Claveles, un puñado de cuentos extraordinarios, el primero de los cuales es 'Almagrande', de Miguel Torga, un texto magistral en el que se concentra, como en mise en abîme, el universo entero del autor de La creación del mundo. Le siguen 'Una terraza sobre el mar', un cuento tan perturbador como aséptico de Vergílio Ferreira, en el que salta a la vista la influencia ejercida por Hemingway y el nouveau roman; 'Los amantes aprobados', del volumen A brusca (1971) de Agustina Bessa-Luís, muestra de su impagable ironía, y 'El cuento de los chinos', un precioso relato de José Cardoso Pires, con el que el lector disfrutará de su capacidad plástica, cinematográfica. Por fin, varios cuentos de prosistas que se consagraron con posterioridad a la revolución de 1974, encabezados por 'Reparación', un texto preliminar del Nobel José Saramago, tomado de Casi un objeto (1978). Casi todos seducirán al lector, pero sobresalen 'De Bernabé, maestre cocinero de la nave capitana, en el primer viaje camino de las Indias', de Mário Cláudio, delicioso pastiche de la prosa picaresca; 'Marido', muestra perfecta del talento de Lídia Jorge, y 'Sentado en el desierto', divertido y comedido ejemplo de las estrategias posmodernas de la prosa de Luísa Costa Gomes.

A la esmerada selección de

João de Melo le precede un prólogo liviano y que no parece haber sido revisado, con vistas a su traducción castellana. Tampoco hubiese sido ocioso añadirle al volumen una bibliografía que acabase de afinar una obra llamada a convertirse en una de las iniciativas bibliográficas de la temporada, que muy bien podría completarse en un futuro con un volumen antológico del cuento brasileño, al que bien podría servir de guía las recopilaciones llevadas a cabo por Alfredo Bosi (O conto brasileiro contemporâneo, Cultrix, São Paulo, 1975) y Valquiria Wey (Nueva antología del cuento brasileño contemporáneo, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2001), y que reuniría para el lector español exquisitas muestras del género, desde el vanguardismo psicologista de Lazos de familia, de Clarice Lispector, hasta los relatos de maestros del género como Dalton Trevisan y Autran Dourado, o esas audaces historias urbanas, satíricas y marginales que Rubem Fonseca recogió en Los prisioneros o en El cobrador, convencido de que 'la imaginación contenida en un cuento es un laberinto en el que lo difícil no es la salida, sino la entrada'.

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