'Espero ser James Bond al menos 10 años más'
Pierce Brosnan presenta 'Muere otro día', donde encarna por cuarta vez al 007.
Bond. James Bond estuvo ayer en Barcelona. Bueno, en realidad no fue él sino Pierce Brosnan, el álter ego del 007, quien se paseó por la ciudad catalana. Pero, a tenor del revuelo que levantó, como si lo fuera. Brosnan, irlandés de 49 años, aprovechó bien el día. Al menos, por lo que a promoción personal se refiere. Por la mañana, presentó a la prensa Muere otro día, la última aventura del único agente con licencia para matar, que llega el próximo viernes a España -el lunes tendrá lugar el preestreno mundial en Londres, al que está previsto que asista la reina Isabel- y por la noche participó en la gala de la MTV.
A la cita con los periodistas llegó con puntualidad británica, vestido con vaqueros, camisa negra de punto y americana parda que colgó en el respaldo de su silla, primorosamente peinado y exhibiendo un pequeño corte en el pómulo derecho -quién sabe si gajes del afeitado- que le daba un aire a Bond tras una escaramuza que hizo las delicias de los plumillas más fans. Empezó a responder un tanto serio a las preguntas que escuchaba mientras dibujaba garabatos en un bloc -'es mi manera de concentrarme', confesó luego-, pero poco a poco pareció relajarse, sonrió alguna que otra vez, y hasta se permitió alguna broma. El suyo, aunque nació en Irlanda, es humor inglés. Palabra.
Tras cuatro reencarnaciones de Bond, Brosnan, según aseguró, continúa enamorado del personaje de Ian Fleming, que llegó al cine por primera vez hace 40 años y sus andanzas se han perpetuado en 20 filmes. El actor, que sigue en estas lides los pasos de otros guaperas que ya peinan canas como Sean Connery, Roger Moore y Timothy Dalton, confirmó que se ha comprometido a rodar una nueva entrega de la saga, de momento, y que confía en que no será la última. 'Espero ser James Bond al menos 10 años más', aventuró. 'Por ahora, me lo paso divinamente con el personaje y ojalá tenga energía para seguir interpretándolo. Cuando me sienta viejo o el papel empiece a aburrirme, lo dejaré', añadió Brosnan, quien prefiere ver el lado amable del 007 a su faceta oscura. 'Sí, ya sé que es un asesino con muchas muertes a sus espaldas, pero, convendrán conmigo en que también hace cosas buenas. Por ejemplo: salvar el mundo', comentó con una sonrisa.
En Muere otro día, que dirige Lee Tamahori (Guerreros de antaño, La brigada del sombrero, El desafío), James Bond salva a la humanidad de Zao (Rick Yune), el malvado y pendenciero hijo de un militar norcoreano, el coronel Moon, cuyo objetivo es dominar el mundo. Encarcelado y torturado por el Ejército de ese país, Bond es finalmente liberado a regañadientes por la inteligencia británica, que, por su mala cabeza -ha actuado por su cuenta, como acostumbra, pero esta vez le ha salido fatal-, le arrebata su galón de 007 (la licencia para matar). El agente inicia entonces una cruzada particular al margen de los servicios secretos de su país contra el bellaco, que le lleva de Corea a Hong Kong, a Londres, a Cuba y a Islandia -pasando por Cádiz, que, aunque no sale como tal ciudad en el filme, acogió parte del rodaje- y en la que coincide con la chica de la película, Jinx, a quien da vida la oscarizada y espectacular actriz Halle Berry. Judy Dench, John Cleese, Toby Stephens y Rosamund Pike completan la cabeza del cartel, que también cuenta con la presencia del actor español Simón Andreu, en el papel de un sádico médico cubano, y la aparición efímera de la cantante y actriz Madonna, como una profesora de esgrima.
En opinión de Pierce Brosnan, el James Bond de Muere otro día 'es el mismo de siempre', si bien reconoció el actor que en esta ocasión 'el personaje se ve obligado a sufrir una situación de mucho estrés', lo que le obligó, dijo, 'a ir hasta al fondo'. Pese a su apego al 007, el actor confesó que le gustaría que se le recordara también por otros trabajos y papeles. Incluso por el del detective televisivo Remington Steele, que le dio la popularidad. 'Sin él jamás hubiera llegado a ser Bond', admitió.
Con todo, llegó a aceptar que el público le identifica sobre todo con el agente británico. Y, para apoyar su impresión, recordó que en unas recientes vacaciones con su familia en las islas Fiyi el piloto de una avioneta que iban a tomar para disfrutar de una excursión le ofreció el control del aparato. 'No, por favor, no sea necio', le respondí, 'yo jamás he pilotado un avión. Soy simplemente un actor'. 'La verdad', continuó Brosnan, 'es que me encantaría que mi vida fuese tan divertida y emocionante como la de James Bond, pero no es así. Mi vida es más bien una tragicomedia, en la que, como a él, también me toca luchar a diario, pero con la existencia'.
Pierce Brosnan aseguró que no le importa rodar las aventuras de Bond con diferentes directores, si bien alabó el trabajo de Lee Tamahori. 'Para mí, eso no es ningún inconveniente', afirmó. Aunque precisó seguidamente que cualquiera no puede dirigir la saga. 'Para este tipo de películas', señaló, 'hace falta un director apasionado, que esté centrado en el trabajo y muy preparado, porque ponerse al frente de proyectos de esta envergadura es una labor ingente'.
El actor irlandés, que dejó constancia de que no se considera en absoluto un sex symbol, despidió a los periodistas respondiendo una pregunta sobre qué significaba la familia para él. Casado dos veces -su primera mujer murió-, y con tres hijos, el menor de cinco meses, dos hijastros y una nieta de cuatro años, el actor contestó: 'Mi familia está en el centro de mi mundo, es la columna vertebral de mi existencia, y lo que me compensa de los sacrificios y del trabajo'.
Al final, no hizo ascos a firmar cuantos autógrafos le solicitaron, algo no muy habitual entre las estrellas.
Madonna, 0; Bellucci, 1
Pierce Brosnan aseguró estar encantado de haber trabajado junto a Halle Berry en Muere otro día. 'Lo pasé fenomenal. Sabía que era una mujer bellísima y una gran actriz, pero es que además tiene un corazón inmenso y es muy cómodo rodar con ella', elogió. El actor irlandés dijo que Halle Berry había 'puesto el listón muy alto' para futuras compañeras de James Bond. De hecho, el buen hacer de la actriz ha propiciado que se le haya ofrecido protagonizar un filme cuyo personaje principal será Jinx, la bella y sensual agente secreta norteamericana que comparte aventuras -y cama, claro- con el agente 007 en la última entrega de la serie. Barbara Broccoli, productora de las últimas películas de James Bond, ha confirmado esta posibilidad en diversas entrevistas efectuadas en Hollywood.
Preguntado Pierce Brosnan por si Madonna -que tiene un pequeño papel en Muere otro día- podría ser su nueva compañera de reparto, el actor respondió, rápido y tajante: 'No'. 'Lo que ha hecho en Muere otro día es perfecto: vino a rodar un día y se fue otro', añadió escuetamente. No había más que hablar.
Brosnan explicó que los productores de la saga jamás le piden opinión por lo que respecta ni al director ni al cartel. En ninguna de las cuatro películas en las que ha trabajado hasta ahora lo han hecho. Pero, sí tiene que hacer pruebas con las actrices para ver con cuál encaja mejor.
'Recuerdo que, para Muere otro día, pasé un día memorable con siete mujeres bellísimas todas ellas repitiendo una y otra vez una fogosa escena de cama. Al final, lamentablemente, la chica que yo prefería para el papel no lo consiguió. Era Monica Bellucci'.
Babelia
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