Águilas imperiales

Según nuestras informaciones, en parte corroboradas por la prensa, han aparecido muertas recientemente (14 de septiembre y 3 de octubre) dos águilas imperiales portadoras de pesados arneses y radioemisores, y un tercer pollo ha debido ser operado y no es apto para volar. Este es el destino de tres de los cinco jóvenes de nuestra Sierra Morena, manipulados por los científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC y la Junta de Andalucía, con la peregrina idea de reintroducirlos en una zona de La Janda, evidentemente no apta para ello, como lo demuestran los resultados obtenidos.

Este disparatado proyecto parece que es el pago de las loas a la autovía de Los Barrios, que ha arrasado parte de un parque natural, pronunciadas en los medios de comunicación por los científicos de la Estación Biológica de Doñana. No sabemos nada de los restantes pollos, como tampoco de los linces soltados por la consejera Coves ante los medios de comunicación. Lo que sí sabemos es que la memoria del proyecto que ha causado ya la muerte de dos águilas imperiales es muy discutible desde un punto de vista técnico y que sus autores, de la Estación Biológica de Doñana y de la Junta de Andalucía, demuestran un deplorable nivel profesional. Los resultados lo avalan.

No hay espacio ahora para entrar en detalles sobre esta memoria, pero los interesados pueden examinarla en la Junta de Andalucía y comprobarlo por ellos mismos. Nosotros ya enviamos nuestros comentarios a la prensa. La muerte de estas jóvenes imperiales ha sido precedida por la de linces, águilas pescadoras y osos, siempre en relación con las actividades de científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC. Nunca una explicación clara, nunca hemos escuchado una disculpa: falta transparencia y sobra opacidad.

No sabemos, y nos tememos que nunca lleguemos a saber, cuánto dinero nos está costando a los andaluces, a los españoles y a los europeos estos proyectos de los científicos impunes de Doñana y quiénes son los responsables de todo ello, aunque las leyes obligan a suministrar información en temas ambientales. Ante esta situación de indefensión, Rómulo y Remo intenta iniciar acciones judiciales para que se esclarezcan unos hechos y unas actitudes inadmisibles.