Un alud de rocas en el Ripollès obliga a quitar el peaje del túnel del Cadí

Un alud de rocas sobre la carretera C-17 de Vic a Ripoll a la altura de Montesquiu (Osona) provocó ayer el cierre total de esta vía, donde desde ayer a las cinco de la tarde se estaba trabajando para intentar estabilizar y sanear la zona del derrumbe. Como medida de emergencia, la Generalitat decidió levantar la barrera del peaje del túnel del Cadí, algo sin precedentes en esta carretera.

La decisión de convertir temporalmente en gratuito el paso por el túnel del Cadí se debió a que el Eix del Llobregat es una de las principales alternativas para acceder a la comarca del Ripollés.

El deslizamiento se produjo a las 14.00 horas, cuando se realizaba una voladura en las obras de construcción de la variante de Montesquiu, que evitará el paso de vehículos por el interior de Sant Quirze de Besora, punto habitual de retenciones los fines de semana. En un primer momento, las rocas caídas ocuparon uno de los carriles de la calzada, según explicó el director de Carreteras, Jordi Follia. Después se vio que en la zona de la explosión habían quedado varios bloques inestables que eran un riesgo para los vehículos que circulaban por esta carretera y se decidió cortar la carretera y sanear la zona.

Anoche, en medios de la Administración catalana se desconocía cuánto puede durar el corte de la C-17, la antigua N-152, aunque se aseguraba que todo el personal de la obra estaba trabajando para subsanar el problema y que seguiría haciéndolo de manera ininterrumpida.

La Generalitat aconseja que para largos recorridos se utilice la C-16 (Eix del Llobregat) de Manresa a Berga o bien la ruta Girona-Olot-Ripoll. Para recorridos más cortos, y sólo en turismo, se puede utilizar la carretera de Vic a Olot por Cantonigròs y Rupit o la de Berga a Ripoll por Borreda y Les Lloses. Para los vehículos que utilicen el Eix del Llobregat, el peaje del túnel del Cadí será gratuito hasta dos horas después de que se restablezca el tráfico en la C-17. Ayer, Jordi Follia no se atrevía a poner una hora a la solución del problema ya que, aparte de las nuevas voladuras, también se deberá asfaltar la carretera, que ha quedado muy dañada.

La variante de Montesquiu, que tiene cuatro kilómetros, es una obra que debe estar finalizada a mediados del próximo año. Se trata de un tramo de carretera de dos carriles, uno en cada sentidos, con dos túneles. La zona donde ayer se estaba trabajando es, según el director de Carreteras, un tramo con una roca muy fracturada, que podría haber contribuido al derrumbe del terreno. La Generalitat trabajaba ayer por la noche para restablecer la normalidad y analizará en los próximos días las causas del desprendimiento.

Por otra parte, el puerto de la Bonaigua, situado entre las comarcas leridanas del Pallars Sobirà y la Val d'Aran, permaneció ayer cerrado como consecuencia del temporal de nieve y viento que desde la noche del pasado miércoles está afectando a amplias zonas del Pirineo. Desde las 19.00 horas del jueves está prohibida la circulación de vehículos por este paso de montaña y era obligatorio el uso de cadenas en la N-141 entre las localidades de Bossòst y el puerto del Portillón, y en la C-28 entre la estación de esquí de Baqueira-Beret y el puerto de la Bonaigua, informa Lluís Visa.

Ayer volvió la normalidad al resto de las carreteras del Pirineo leridano afectadas por la nieve y los automovilistas pudieron circular sin cadenas por la N-230 y por el túnel de Vielha, donde el paso de camiones de gran tonelaje estuvo prohibido durante 20 horas. No obstante, esta primera nevada importante, que ha dejado espesores de más de 30 centímetros en las cotas altas, ha sido acogida con especial alegría por los empresarios turísticos del valle de Aran, que esperan empezar la temporada a pleno rendimiento el 30 de noviembre.

La inestabilidad atmosférica, además, provocó ayer notables retrasos en los trenes entre Valencia y Barcelona. La caída de un árbol sobre un tren mercancías en la estación de Cambrils motivó retrasos de 1 hora y 40 minutos en seis de los trenes que unen las dos ciudades mediterráneas.