20 personas, la mayoría ejecutivos, mueren al estrellarse un avión en Luxemburgo
La niebla o un fallo en el tren de aterrizaje son las causas más probables del accidente
El viaje de negocios se convirtió en una tragedia. De las 22 personas (la mayoría ejecutivos alemanes) que viajaban ayer en el Fokker 50 que cubre la ruta Berlín-Luxemburgo, 20 encontraron la muerte y dos resultaron gravemente heridas cuando estaban a punto de aterrizar en el aeropuerto luxemburgués. El accidente ocurrió a las 10.15, cuando la zona estaba cubierta por una espesa niebla, circunstancia a la que se achaca el origen del siniestro, aunque ayer no se descartaba un fallo en el tren de aterrizaje.
El vuelo es utilizado habitualmente por hombres de negocios que cubren el viaje de ida y vuelta en el día entre Berlín y Luxemburgo, un trayecto de apenas una hora. Según las primeras versiones, el Fokker, de la compañía Luxair, que acababa de ser revisado, estaba en plena maniobra de aterrizaje, para lo cual ya tenía el permiso de la torre de control, cuando desapareció del radar. El avión se había estrellado junto a la pequeña carretera que une las ciudades de Roovthfyre y Niederanven, a kilómetro y medio del aeropuerto. El aparato, que podría haber perdido el tren de aterrizaje a causa del impacto, quedó en el campo, partido en dos. En la torre de control no se recibió ninguna llamada.
La primera persona que llegó al lugar de los hechos tras el accidente fue un taxista que tuvo que ser asistido por los servicios psicológicos. Su testimonio es dramático. Guillaume Wainachter dejó su automóvil en la carretera y corrió al lugar del siniestro, donde encontró a tres personas en el suelo que todavía estaban con vida. Luego se acercó a los restos del aparato. 'La puerta de la cabina estaba abierta. Oí gritos en el interior y me aproximé para intentar salvar a la gente', contó. 'Entonces oí un ruido raro y empezaron a salir llamaradas del interior, por lo que me alejé enseguida y los gritos cesaron'.
A pesar de los temores del taxista, no hubo ninguna explosión, aunque la mayor parte del aparato ardió. Los servicios de emergencia llegaron al lugar enseguida y allí mismo atendieron a los seis heridos que aún estaban con vida. Cuatro murieron horas después. Los bomberos apagaron las llamas, pero hasta las dos de la tarde no fueron capaces de rescatar al piloto, atrapado entre los restos. El piloto, que sufrió numerosas fracturas, y un pasajero son los únicos supervivientes y estaban anoche muy graves.
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