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CLÁSICOS DEL SIGLO XX: UNA INVITACIÓN A LA LECTURA

El fabricante de mitos

André Malraux falseó su biografía a menudo para darle más lustre. No participó en la lucha revolucionaria china y su papel en la Resistencia contra los nazis fue más bien pequeño: empezó a colaborar con los rebeldes en 1944. Ese mismo año las tropas alemanas eran expulsadas de Francia.

Hombre hiperactivo y mitómano, Malraux nació en 1901 en el seno de una familia acomodada. A los 21 años se trasladó a Camboya con una misión arqueológica y terminó encarcelado por las autoridades coloniales francesas, acusado de intentar llevarse unos bajorrelieves de un templo jemer. Liberado por orden del Gobierno de París, la estancia en prisión convirtió a Malraux en un ferviente anticolonialista.

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'La esperanza', de André Malraux

Al regresar de su segundo viaje a Indochina, en 1926, publicó su primera novela, La tentación del Occidente. La aparición sucesiva de Los conquistadores, La vía real y sobre todo La condición humana, que recibió el Premio Goncourt en 1933, le consagraría como uno de los grandes novelistas franceses de aquel momento.

También se convirtió en un ejemplo de intelectual comprometido: en 1935 sorprende a todos con la temprana denuncia de los campos de concentración nazis en La época del desprecio. En mayo del año siguiente viaja a España y tras el estallido de la Guerra Civil organiza una escuadrilla internacional de aviadores que pone al servicio de la República. Sus experiencias de este periodo se recogen en su novela La esperanza. En enero de 1939, poco antes de la caída de Barcelona, vuelve a Francia.

Las tropas alemanas lo capturaron en dos ocasiones durante la Segunda Guerra Mundial, pero al término del conflicto sus antiguas simpatías por el marxismo habían desaparecido por completo. Nombrado ministro de Información en noviembre de 1945 con el Gobierno provisional de De Gaulle, su lealtad por el general permanecería inalterable desde entonces hasta su muerte.

La dimisión de De Gaulle en 1946 supondrá para Malraux el comienzo de un retiro durante el cual abandona la novela para consagrarse a la redacción de una ambiciosa Psicología del arte, cuyos tres primeros volúmenes fueron refundidos y ampliados en 1951 bajo el título Las voces del silencio. En 1957 aparece La metamorfosis de los dioses, en la que el arte sigue explorándose como una de las formas de trascender el absurdo de la vida humana.

Cuando De Gaulle volvió al poder en 1958, Malraux fue ministro de Cultura durante una década. En 1967 publicó sus Antimemorias y nueve años después murió en París.

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