'Le debemos la vida a Sebastián'
Aún llora cuando recuerda el largo minuto y medio que estuvo bajo el agua zafándose de los cabos que le impedían llegar a la superficie. Con su voz cascada, sus manos destrozadas de tanto agarrarse y remar y con muchas preguntas todavía sin respuesta, Pablo Timón, un experimentado surfista grancanario, asegura que los cuatro jóvenes que se quedaron flotando sobre los fuertes listones de madera que unían los dos cascos del catamarán volcado le deben la vida al experimentado patrón Sebastián Miranda Medina.