El Prado exhibe restaurada 'La adoración de los Magos', de Rubens

El Museo del Prado volvió a exhibir desde ayer, en su sala 9b, La adoración de los Magos, de Rubens, después de un trabajo de limpieza y consolidación que ha durado dos años y que ha realizado la restauradora Herlinda Cabrero dentro del programa El Prado restaura. El cuadro, un óleo sobre lienzo de 346 por 488 centímetros -'una de las obras maestras de la pinacoteca', según Gabriel Finaldi, director adjunto del Prado- fue pintado por Rubens en 1609, y, según explicó ayer en conferencia de prensa Alejandro Vergara, conservador de pintura flamenca y holandesa de la pinacoteca, 'su importancia es doble, ya que, por un lado, guarda una relación muy estrecha con la historia de España, y, por el otro, sirve para documentar el proceso creativo de este artista'.

Rubens recibió del Ayuntamiento de Amberes el encargo de realizar esta pintura para decorar la sala donde los representantes de España y de las Provincias Unidas del Norte de los Países Bajos firmaron la Tregua de los Doce Años. Tres años después, Amberes regaló la obra a Don Rodrigo Calderón, embajador extraordinario del rey de España, quien a finales de esa década la trajo a España. Tras caer en desgracia, la obra fue confiscada por la Corona. En 1628-1629, durante su segunda visita a España, Rubens decidió repintar su obra.