El fiscal cree insuficientes las pruebas contra Lluís Cabero por acoso moral

El ministerio fiscal consideró ayer insuficientes las pruebas aportadas por la defensa de la doctora del hospital materno infantil de Vall d'Hebron Immaculada Farran para demostrar que ha sufrido acoso moral por parte del jefe del servicio de ginecología a del centro, Lluís Cabero. Farran aseguró ayer que sufre una severa depresión a causa del hostigamiento psicológico y los 'hachazos emocionales' que ha recibido del acusado desde 1998.

En sus conclusiones definitivas, la fiscal consideró que de las declaraciones del jefe del servicio, Lluís Cabero, y de la doctora Immaculada Farran, así como de los testigos y peritos citados a declarar ayer en el juicio, se podría desprender la existencia de un 'trato desafortunado' del acusado hacia la demandante, pero no de una actitud de acoso moral, que, dijo, 'no ha quedado suficientemente probada'.

Tras el juicio, celebrado en el Juzgado Social número 21 de Barcelona y que ayer quedó visto para sentencia, el abogado de la demandante, José María Rocabert, lamentó que la fiscal no hubiera 'tomado en consideración' las declaraciones de los testigos que apoyaron la versión de la demandante ni las de la propia Immaculada Farran, 'muy importantes en un juicio de acoso moral, de muy difícil probatura'. Dos médicos y una secretaria del servicio de ginecología y obstetricia, así como el coordinador asistencial del centro declararon que la demandante era objeto de un trato vejatorio y discriminatorio por parte del jefe del servicio, quien, según los testigos, 'ponía en tela de juicio' todas las decisiones y actuaciones de la doctora, le daba órdenes imposibles de cumplir por falta de tiempo y la insultaba delante de otras personas.

La gota que colmó el vaso fue un traslado de área, que le fue comunicado el pasado 25 de junio, por el que dejaba de ejercer su especialidad -las pruebas de diagnóstico prenatal- para dedicarse a la medicina maternal. Farran consideró este cambio como 'un hachazo más' de un proceso que duraba desde 1998 y que 'día a día te va minando'. De acuerdo con un informe psiquiátrico aportado ayer por la defensa de la doctora, ésta sufre un estado ansioso depresivo, un cuadro propio de las víctimas del acoso moral.

Cabero negó ayer todas las acusaciones de Farran, a la que calificó de 'una gran profesional'. El jefe del servicio de ginecología dijo que el traslado de área se enmarcaba en una reestructuración del servicio pactada con la gerencia del hospital. El abogado de Cabero pidió su absolución, mientras que la defensa de la demandante solicitó que el acusado sea destituido de su cargo de jefe del servicio de ginecología y que indemnice a la víctima con el importe correspondiente a dos años de su salario bruto.