La reforma de la PAC

El comisario europeo Fischler está planteando un nueva línea consistente en la eliminación gradual de las ayudas agrícolas que son reflejo de la producción, para que en un plazo de siete años sean reconducidas al desarrollo rural.

Pero sabemos que esta propuesta europea para la agricultura española sería de efectos de vastadores, se abandonarían muchas hectáreas y se perderían muchos salarios. Se ha llegado incluso a apreciar que ciertas comunidades autónomas, las más afectadas, perderían casi la mitad de su superficie de cultivo. Por ello, los representantes de España en Europa van a proponer que parte de las ayudas a la producción sigan existiendo.

Intentar reconducir las ayudas a los núcleos rurales para ayudarles en un desarrollo más equilibrado entre las zonas rurales y las urbanas no parece tan sencillo; apoyaremos la repoblación de los pueblos, pero será una repoblación falsa, no consiste únicamente en el tópico de enseñar a pescar más que dar pescado, pero si hacemos campañas de vuelta a las zonas rurales, hay que ayudar a subsistir, tanto a los propios habitantes que pretendo trasladar al medio rural como a las tierras que con ellos van a vivir. Las tierras van a sufrir el abandono por no ser el motivo de la subvención, el motivo de la ayuda sería el fijar la residencia en la zona rural, con independencia de trabajar en la industria de la ciudad o en el campo, tendríamos como resultado un entorno rural desértico.

No se trata tanto de eliminar las ayudas que no funcionan, se trata de establecer, en la medida de lo posible, un control sobre estas ayudas para que quien las esté recibiendo sin necesidad de ella, no la perciba, y quien realmente la necesita por estar llevando una adecuada explotación con respecto a la política agraria de la Comunidad, reciba todo aquel apoyo que pueda recibir.

Hay que salvar nuestros campos, nuestros pueblos, con nuestro imprescindible apoyo y con la continuidad en política de ayudas de la Comunidad Europea.