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Los futuros mandos militares muestran reservas con el Estado de las autonomías

Informe sobre los alumnos de las academias

Miguel González

Los futuros mandos de las Fuerzas Armadas han asumido plenamente la democracia, pero muestran una 'deficiente adaptación personal al Estado de las Autonomías', según el estudio Perfiles profesional, político y sociodemográfico de los alumnos de academias militares, del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado.

El 59% está en contra de reclutar inmigrantes aunque sean residentes legales en España

Un total de 2.458, el 99% de los alumnos de los 32 centros docentes militares, contestaron en enero de 2001 un cuestionario de 311 preguntas. Sobre esa base han realizado su estudio tres profesores de la Universidad de Barcelona, un profesor de la UNED y un oficial del Ejército del Aire. El primer punto que aborda el trabajo es la histórica endogamia del Ejército español. 'Si el autoreclutamiento era un problema, se ha terminado', afirman los autores, tras constatar que sólo la mitad de los alumnos tiene un antecedente familiar cercano en la milicia. No obstante, el porcentaje se eleva al 65% en la Escala Superior de Oficiales, de la que saldrán los futuros generales. Hasta un tercio de los alumnos de dicha escala procede de 'auténticas sagas militares'. Es decir: son, al menos, la tercera generación castrense de su familia.

Los descendientes de militares constituyen la aristocracia de las academias. Y no sólo por sus antecentes, sino por el nivel económico. Sus familias suelen superar los 1.200 euros mensuales de ingresos, al contrario que el 60% de los hijos de civiles.

El deseo de 'una vida dinámica' y de 'un trabajo estable' son, casi a partes iguales, las razones más esgrimidas para explicar su decisión de hacerse militares. Una vocación, para el 62,5%, y una profesión, para el 36%.

Los futuros mandos de las Fuerzas Armadas muestran 'dificultades evidentes' para aceptar las limitaciones de sus derechos fundamentales que imponen las leyes. Más de la mitad está en desacuerdo con que se limiten sus derechos de reunión o asociación profesional y una cuarta parte reclama incluso el derecho de huelga. El problema, para los investigadores, es que desconocen la razón de estas limitaciones.

La mayoría considera a las mujeres capacitadas para tareas sanitarias, administrativas y de mantenimiento, pero no para seguridad y combate, aunque la ley les permite realizarlas. Sólo el 5,8% de los futuros mandos son mujeres, un porcentaje muy inferior al de la tropa. La mayoría de las alumnas se ve preparada para cualquier destino, pero un 42% de ellas excluye a la mujer de puestos de combate.

Más contundente es el rechazo a reclutar inmigrantes. El 59% está en desacuerdo con alistar extranjeros residentes legales en España, el 71% con reclutarlos en América Latina y el 80% en otros países. Las respuestas evidencian la necesidad de que, antes de alistar inmigrantes, Defensa conciencie a los mandos militares.

Paradójicamente, casi el 60% desaconsejaría a su hijo hacerse soldado profesional. No por rechazo al Ejército, obviamente, sino a las condiciones de la tropa, pues el mismo porcentaje le animaría a ser oficial o suboficial.

La enseñanza militar sigue siendo una asignatura pendiente. El 94% cree necesaria una reforma de la formación que reciben y el 19% la cambiaría 'de arriba abajo'. No obstante, sólo el 27% se declara insatisfecho respecto a sus expectativas iniciales.

Los futuros mandos militares han asumido plenamente la democracia, que el 94% considera el mejor sistema político. Aunque, al preguntar si ésta resuelve los problemas, el porcentaje baja al 70%, los investigadores creen que el nivel de desafección política es similar al del resto de los jóvenes españoles.

No ocurre lo mismo con el Estado de las Autonomías. Si bien la mayoría acepta el modelo territorial vigente, una cuarta parte -un tercio de los alumnos de la Escala Superior, llamados a ocupar la cúspide del Ejército- apuesta por un Estado centralizado sin autonomías, opción que sólo prefiere el 8% de los jóvenes civiles españoles. Casi la mitad de los alumnos siente poca simpatía por los gobiernos autonómicos y más del 40% de los oficiales se siente 'sólo español', sin vinculación a su comunidad, lo que sólo ocurre con el 10% de jóvenes españoles civiles. 'La existencia de un carácter nacionalista español en las Fuerzas Armadas no nos sorprende ni lo consideramos un problema. Lo que sí nos ha parecido más preocupante es la deficiente adaptación personal al Estado de las Autonomías', advierten los autores del estudio.

Se da la circunstancia de que más de la mitad de los futuros mandos proceden de Madrid, Andalucía y Castilla y León, mientras que catalanes, vascos y navarros no llegan juntos al 3%.

En cambio, son fuertemente europeístas. El 80% cree que Europa no debería depender de Estados Unidos para defenderse.

Políticamente, se ubican en el centro derecha, mientras la sociedad española lo hace en el centro izquierda. Casi la mitad son católicos practicantes pero, en contra de la doctrina de la Iglesia, apoyan el divorcio o la eutanasia.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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