La Cruz Roja asegura que hay médicos entre los rehenes

Dos doctores y un delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) accedieron ayer al teatro de Moscú y, tras el acuerdo entre los secuestradores y los autoridades rusas, se encargaron de sacar a los ocho niños liberados, con edades entre 6 y 12 años. Además, proporcionaron asistencia médica a los rehenes. La misión humanitaria se ha llevado a cabo a petición de las autoridades rusas y los secuestradores.

'Todo fue muy rápido. Entramos en una sala del teatro y nos dieron a los niños, pero no nos dejaron entrar en el auditorio donde están los secuestrados', dice Vicent Lusser, portavoz del CICR, en conversación telefónica desde Moscú. 'Les hemos llevado material de primeros auxilios y medicamentos básicos, pero, por lo que hemos podido ver no hay rehenes con heridas graves', añade. Según Lusser, anoche no se esperaban nuevas liberaciones de rehenes.

El CICR alerta asimismo de la situación humanitaria en el interior del teatro. 'Evidentemente, el encierro de 700 personas durante dos días en una habitación ha dado lugar a problemas higiénicos y alimentarios'. Sin embargo, Lusser desvela uno de los pocos datos esperanzadores de este violento secuestro: la presencia de doctores entre los cientos de personas que asistían el pasado miércoles por la noche a la representación del musical Nord-Ost en la antigua casa de cultura de la Fábrica de Rodamientos.

La de ayer al mediodía fue la tercera incursión de los médicos y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja en el teatro moscovita. Al mediodía del jueves y a las nueve de la mañana de ayer se produjeron las dos primeras visitas que han tenido como resultado la liberación de cinco personas.

En la sede del CICR en Ginebra, la organización internacional se mostró ayer extremadamente preocupada por el estado de las personas secuestradas. 'La situación es muy, muy tensa. Es una situación límite, muy peligrosa, y nos enfrentamos a grandes riesgos', señaló una portavoz de la organización.