Boris Becker se libra de la cárcel

Al final no habrá cárcel. Boris Becker fue condenado ayer por un tribunal de Múnich a dos años de libertad condicional por evadir impuestos al fisco alemán, en total 1,7 millones de euros entre 1991 y 1993. Pero evitará ingresar en prisión. Un mes más de condena, y no habría podido evitar pasar una temporada entre rejas. Es lo que pretendía el fiscal, que pidió tres años y medio. 'Ha sido el mayor triunfo de mi vida', declaró el tenista, claramente aliviado. El público que acudió a escuchar la sentencia en directo aplaudió al conocer la decisión. De hecho, sus abogados defensores habían declarado el miércoles que la opinión pública no entendería una pena más elevada que la libertad condicional para el antiguo ídolo de millones de alemanes.

Tanto la juez como el fiscal siempre han negado que se haya tratado mejor a Becker por ser una celebridad. Además de haber devuelto ya la cantidad defraudada, el tenista tendrá que pagar 300.000 euros de multa y otros 200.000 para distintas obras sociales.

Como tantos otros deportistas de élite, Becker disponía de residencia en el paraíso fiscal de Mónaco, lo que le ahorraba pagar cada año una bonita suma al fisco alemán. Pero los inspectores de Hacienda lograron demostrar ante la juez, tras una laboriosa investigación que duró siete años, que el tenista, en realidad, vivía en Múnich. Ahí pasaba la mayor parte del tiempo. Ahí dormía la mayor parte de las noches. Mónaco era sólo una residencia formal.

'Soy un hombre libre; eso es lo más importante', proclamó ayer el jugador, que ha visto cómo el proceso judicial que acabó ayer ha estado a punto de arruinar definitivamente su vida, salpicada ya en los últimos años de escándalos, divorcios, negocios desastrosos y paternidades no desesadas.

El tribunal ha tenido en cuenta, para no sobrepasar los dos años de condena, lo que hubiese llevado al jugador a la prisión, que desde 1995 Becker ha declarado Múnich como su residencia habitual. Y no ha tratado de escapar al fisco. Desde entonces, el jugador ha pagado, según varias estimaciones, la impresionante cantidad de 45 millones de euros al fisco.