CC OO y UGT anuncian huelga de ambulancias a partir del 5 de noviembre

Los 800 conductores de ambulancias privadas de la región irán a una huelga indefinida a partir del 5 de noviembre si no logran llegar a un acuerdo con la patronal Ametra para la elaboración de un convenio colectivo que regule las condiciones laborales de los empleados. Este paro tensa aún más la situación del transporte sanitario en la región y perjudica a los pacientes, muchos de los cuales soportan largas listas de espera para acudir a los hospitales por la falta de vehículos. El PSOE e IU pidieron ayer la rescisión del contrato con la empresa que presta este servicio.

La situación del servicio de ambulancias de la Comunidad, muy criticada en los últimos días por los retrasos que sufren los pacientes y la deficiente prestación del servicio por parte de la Unión Temporal de Empresas (UTE) encargada de realizarlo, se agravó ayer con el anuncio de los sindicatos CC OO y UGT de convocar una huelga indefinida en el transporte sanitario a partir de las doce del próximo 5 de noviembre.

Así, los 800 trabajadores de las 12 empresas que conforman la UTE dejarán de efectuar traslados a partir de ese día. Las ambulancias del Samur, Summa y Cruz Roja continuarán con su labor.

Según los sindicatos, la situación de los trabajadores de las ambulancias es 'insostenible', y piden la elaboración de un convenio del transporte sanitario regional. Según explica Emilio Cardero, secretario de transporte de UGT-Madrid, actualmente está en vigor un convenio nacional de ambulancias de 1994 y acuerdos añadidos posteriores de las empresas en base a ese convenio. 'Los empleados trabajan 12 horas al día', añadió Cardero. 'Se rigen por la normativa europea de transporte por carretera, en la que las horas que transcurren de espera entre viaje y viaje se computan como horas trabajadas. Pero en este caso, los trabajadores de las ambulancias no tienen horas de espera. Se trabajan al volante y deberían computarse como horas extra', añade. La normativa europea de transporte por carretera prevé que a la semana se puede trabajar 40 horas más 20 horas de espera. Los sindicatos piden que a los conductores de ambulancias se les dé un curso de formación como auxiliares técnicos sanitarios.

Los trabajadores se reunirán el próximo 28 de octubre en asamblea informativa. Pero Cardero duda de que antes de 5 de noviembre se pueda llegar a un acuerdo con la patronal Ametra (Asociación Madrileña de Empresas de Transporte de Ambulancias). Este paro pone en una situación aún más difícil a la UTE encargada de prestar el servicio de ambulancias en la región, muy criticada tanto por los pacientes como por la propia Consejería de Sanidad por los retrasos que se acumulan al recoger y devolver a los pacientes a sus hogares. Ayer mismo, Rafael Simancas, candidato socialista a la presidencia regional, pidió la rescisión del contrato con la empresa y propuso que sea un organismo público el que se encargue de la gestión de las ambulancias, con el que se contactaría a través del teléfono de emergencias 112.

Para Helena Almazán, portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea, el contrato debe rescindirse porque la UTE incumple las condiciones pactadas, como, por ejemplo, los tiempos de espera. 'Un paciente de diálisis no puede esperar más de una hora a que le recojan para ir al hospital, según el contrato, y llegan a esperar hasta tres', señaló.

Juan Ramón Sanz, de IU, solicitó al Gobierno regional que investigue 'la corrupción' de la UTE, y señaló que los contratos realizados 'no responden a las necesidades de los madrileños'. Leticia Moral, directora general del Imsalud, aseguró ayer que no descarta la rescisión.